FICHA TÉCNICA
EL HOBBIT: UN VIAJE INESPERADO (The Hobbit: An Unexpected Journey - New Line Cinema/Metro-Goldwyn-Mayer/WingNut Films/3Foot7 -2012-)
Director: Peter Jackson.
Producción: Phillipa Boyens, Carolynne Cunningham, Toby Emmerich, Callum Greene, Alan Horn, peter Jackson, Ken Kamins, Eileen Morgan, Fran Walsh y Zane Weiner.
Guión: Fran Walsh, Philippa Boyens, Peter Jackson y Guillermo Del Toro (basada en la novela El Hobbit de J. R. R. Tolkien).
Música: Howard Shore.
Fotografía: Andrew Lesnie.
Efectos especiales: 3ality Technica, Makeup Effects Group Studio, Sky Vega, Weta Digital y Weta Workshop.
Protagonistas: Ian McKellen (Gandalf), Martin Freeman (Bilbo), Richard Armitage (Thorin), Ken Stott (Balin), Graham McTavish (Dwalin), William Kircher (Bifur/Tom el Troll), James Nesbitt (Bofur), Stephen Hunter (Bombur), Dean O´Gorman (Fili), Aidan Turner ((Kili), John Callen (Oin), Peter Hambleton (Gloin/William el Troll), Jed Brophy (Nori), Mark Hadlow (Dori/Bert el Troll), Adam Brown (Ori), Ian Holm (Bilbo), Elijah Wood (Frodo), Hugo Weaving (Elrond), Cate Blanchett (Galadriel), Christopher Lee (Saruman), Andy Serkis (Gollum), Sylvester McCoy (Radagast), Barry Humphries (Gran Goblin), Jeffrey Thomas (Thror), Michael Mizrahi (Thrain), Lee Pace (Thranduil), Manu Bennett (Azog), Conan Stevens (Bolg), Benedict Cumberbatch (El Nigromante).
Duración: 169 min.
El jueves pasado se estrenó en las salas cinematográficas de la República Argentina, problemas mediante con las rígidas leyes de importación imperantes, la primera parte de la adaptación cinematográfica de la novela de J. R. R. Tolkien conocida como El Hobbit.
Luego de muchas ideas y vueltas, la misma cayó en manos de quien había logrado trasladar con éxito desde las palabras escritas al celuloide la monumental El Señor de los Anillos... el director neozelandes Peter Jackson.
Junto a Fran Walsh, Philippa Boyens y Guillermo Del Toro (quien en un principio había sido designado como el director de esta suerte de precuela) se encargaron de adaptar esta novela con el fin de "aggiornarla" a los tiempos que nos han tocado en suerte, con el fin de hacerla más entretenida para nuestro público moderno.
El resultado del mismo es una suerte de amalgama entre la novela original (que en el momento de haber sido publicada era de neto corte infantil) y los sucesos acontecidos en la Tierra Media durante esa etapa de su historia, tal es el caso de la formación del Concilio Blanco y la aparición de El Nigromante en la fortaleza de Dol Guldur.
Para que esta idea estuviera sólidamente relacionada con El Señor de los Anillos, Jackson se encargó de ponerse en contacto con parte del elenco que había trabajado en la anterior trilogía. Fue así como logró que Ian McKellen (Gandalf), Andy Serkis (Gollum), Kate Blanchet (Galadriel), Christopher Lee (Saruman), Hugo Weaving (Elrond), Ian Holm (Bilbo) y Elijah Wood (Frodo) se sintieran más que interesados en participar en este nuevo proyecto, ya fuera realizando pequeños cameos o como personajes protagónicos.
A todos estos se sumaron las participaciones de Martin Freeman (Bilbo de joven), Richard Armitage (Thorin Escudo de Roble), Ken Stott (Balin), Graham Mc Tavish (Dwalin), William Kircher (Bifur), James Nesbitt (Bofur), Stephen Hunter (Bombur), Dean O´Gorman (Fili), Aidan Turner (Kili), John Callen (Óin), Peter Hambleton (Glóin), Jed Brophy (Nori), Mark Hadlow (Dori), Adam Brown (Ori), Sylvester McCoy (Radagast, el Pardo), Lee Pace (Thranduil) y Manu Bennett (Azog).
Luego de algunos problemas legales de importancia entre Jackson, las productoras involucradas y los herederos de Tolkien, se dio finalmente el visto bueno para dar inicio a la preproducción y su posterior filmación en marzo del 2011.
Pensada en un principio como dos películas, la calentura del neozelandés por la saga terminó transformándola en una nueva trilogía denominadas como An Unexpected Journey, The Desolation of Smaug (2013) y There and Back Again (2014).
El Hobbit: Un Viaje Inesperado no solo supuso el regreso de Peter Jackson al fantástico universo de la Tierra Media sino que también le permitió experimentar con un nuevo sistema de filmación llamado HFR 3D (High Frame Rate). El mismo se caracteriza por poseer un total de 48 cuadros por segundo, el doble de un sistema normal de filmación, lo que le permitiría un mayor detallismo en la generación de imágenes en la pantalla, un detalle técnico que le otorga al film un grado de realismo incomparable (Claro, todo esto en palabras del propio Jackson).
Los efectos especiales, como era de esperar, corrieron por cuenta de Weta Digital y Weta Workshop, los cuales pusieron todo su empeño en recrear cosas tan maravillosas como el palacio de los enanos en la Montaña Solitaria, Rivendell, La Comarca y las fantásticas criaturas que habitan esa tierra mítica, tal fue el caso de los Trasgos, los Huargos, los Trolls, los Gigantes de Piedra, las gigantesca águilas y, como no podía ser de otra forma, el inigualable Gollum.
El diseño conceptual de dichas criaturas y de las ambientaciones fueron realizadas por dos de los más destacados artesanos de la ilustración del mundo de Tolkien, Alan Lee y John Howe, los cuales ya habían aportado todo su saber en la anterior trilogía.
La música le fue nuevamente confiada a Howard Shore, quien se encargó de crear una nueva banda sonora, en la que incluso entremezcló algunos de los temas aparecidos en la anterior saga, con el fin de lograr lo que Jackson tanto deseaba: transformar a todas las películas en una única gran historia en la que una no podía pervivir sin la otra.
A esta altura del artículo, me resulta sumamente difícil criticar una película que es tan solo la primera parte de una larga saga. Una saga que amé desde el primer momento en que descubrí, allá por 1977, el primer tomo de El Señor de los Anillos publicado por Editorial Minotauro.
Cuando a mediados de año me enteré de que El Hobbit finalmente iba a ser transformada en una trilogía, un oscuro estremecimiento recorrió mi espina dorsal, como si el mismísimo Sauron hubiera puesto su oscura atención sobre mi persona.
¿Era realmente necesario, parafraseando a Bilbo Bolsón, desparramar tan poca manteca en demasiado pan?.
Yo pienso que, hasta el momento, la apuesta le salió bastante bien a este gran director.
A pesar de sus largos 169 minutos de duración, la acción de la misma no decae en lo absoluto, presentándonos unos personajes muy queribles, incluso los crueles y pérfidos villanos que se oponen a nuestros héroes, producto ello al intento de Jackson y sus colaboradores de alargar un guión que, si se hubiera atenido al cuento infantil pergeñado en la mente de Tolkien, no hubiera pasado de una sola película.
Quizá lo único negativo de todo esto es que, cual famélico fan que soy, me quedé con gusto a poco y rogando para que el 2013 pasé lo más rápidamente posible a fin de poder ver la segunda parte de esta monumental obra cinematográfica.
Las menciones a El Señor de los Anillos son muchas a lo largo de todo el film, mostrándonos la incipiente traición de Saruman, la resurrección de los Nazgul, los inicios del ascenso de Sauron y, por supuesto, el encuentro por parte de Bilbo del Anillo Único. Todo este bagaje argumental se encarga de atrapar al espectador, transformándolo en parte indisoluble de las aventuras vividas por Bilbo, Gandalf y el grupo de enanos en su travesía hacia la Montaña Solitaria.
Luego de una impaciente espera de varios años, El Hobbit a manos de Peter Jackson se ha transformado en una incuestionable realidad. En mi caso particular, ya que he leido a muchos detractores por la red que no les gustó la película acusándola de ser pretenciosa y aburrida, considero que este viaje tan esperado valió la pena de ser recorrido.
¿Podrá esta nueva tecnología y la personal visión del mundo de J. R. R. Tolkien por parte del talentoso Peter Jackson entusiasmarnos?
Esa pregunta se las dejo a todos ustedes, queridos amigos... yo, por mi parte, me voy a ver nuevamente El Hobbit: Un Viaje Inesperado, con el fin de volver a sumergirme en el increíble y maravilloso mundo que es la Tierra Media.
EL HOBBIT: UN VIAJE INESPERADO (The Hobbit: An Unexpected Journey - New Line Cinema/Metro-Goldwyn-Mayer/WingNut Films/3Foot7 -2012-)
Director: Peter Jackson.
Producción: Phillipa Boyens, Carolynne Cunningham, Toby Emmerich, Callum Greene, Alan Horn, peter Jackson, Ken Kamins, Eileen Morgan, Fran Walsh y Zane Weiner.
Guión: Fran Walsh, Philippa Boyens, Peter Jackson y Guillermo Del Toro (basada en la novela El Hobbit de J. R. R. Tolkien).
Música: Howard Shore.
Fotografía: Andrew Lesnie.
Efectos especiales: 3ality Technica, Makeup Effects Group Studio, Sky Vega, Weta Digital y Weta Workshop.
Protagonistas: Ian McKellen (Gandalf), Martin Freeman (Bilbo), Richard Armitage (Thorin), Ken Stott (Balin), Graham McTavish (Dwalin), William Kircher (Bifur/Tom el Troll), James Nesbitt (Bofur), Stephen Hunter (Bombur), Dean O´Gorman (Fili), Aidan Turner ((Kili), John Callen (Oin), Peter Hambleton (Gloin/William el Troll), Jed Brophy (Nori), Mark Hadlow (Dori/Bert el Troll), Adam Brown (Ori), Ian Holm (Bilbo), Elijah Wood (Frodo), Hugo Weaving (Elrond), Cate Blanchett (Galadriel), Christopher Lee (Saruman), Andy Serkis (Gollum), Sylvester McCoy (Radagast), Barry Humphries (Gran Goblin), Jeffrey Thomas (Thror), Michael Mizrahi (Thrain), Lee Pace (Thranduil), Manu Bennett (Azog), Conan Stevens (Bolg), Benedict Cumberbatch (El Nigromante).
Duración: 169 min.
El jueves pasado se estrenó en las salas cinematográficas de la República Argentina, problemas mediante con las rígidas leyes de importación imperantes, la primera parte de la adaptación cinematográfica de la novela de J. R. R. Tolkien conocida como El Hobbit.
Luego de muchas ideas y vueltas, la misma cayó en manos de quien había logrado trasladar con éxito desde las palabras escritas al celuloide la monumental El Señor de los Anillos... el director neozelandes Peter Jackson.
Junto a Fran Walsh, Philippa Boyens y Guillermo Del Toro (quien en un principio había sido designado como el director de esta suerte de precuela) se encargaron de adaptar esta novela con el fin de "aggiornarla" a los tiempos que nos han tocado en suerte, con el fin de hacerla más entretenida para nuestro público moderno.
El resultado del mismo es una suerte de amalgama entre la novela original (que en el momento de haber sido publicada era de neto corte infantil) y los sucesos acontecidos en la Tierra Media durante esa etapa de su historia, tal es el caso de la formación del Concilio Blanco y la aparición de El Nigromante en la fortaleza de Dol Guldur.
Para que esta idea estuviera sólidamente relacionada con El Señor de los Anillos, Jackson se encargó de ponerse en contacto con parte del elenco que había trabajado en la anterior trilogía. Fue así como logró que Ian McKellen (Gandalf), Andy Serkis (Gollum), Kate Blanchet (Galadriel), Christopher Lee (Saruman), Hugo Weaving (Elrond), Ian Holm (Bilbo) y Elijah Wood (Frodo) se sintieran más que interesados en participar en este nuevo proyecto, ya fuera realizando pequeños cameos o como personajes protagónicos.
A todos estos se sumaron las participaciones de Martin Freeman (Bilbo de joven), Richard Armitage (Thorin Escudo de Roble), Ken Stott (Balin), Graham Mc Tavish (Dwalin), William Kircher (Bifur), James Nesbitt (Bofur), Stephen Hunter (Bombur), Dean O´Gorman (Fili), Aidan Turner (Kili), John Callen (Óin), Peter Hambleton (Glóin), Jed Brophy (Nori), Mark Hadlow (Dori), Adam Brown (Ori), Sylvester McCoy (Radagast, el Pardo), Lee Pace (Thranduil) y Manu Bennett (Azog).
Luego de algunos problemas legales de importancia entre Jackson, las productoras involucradas y los herederos de Tolkien, se dio finalmente el visto bueno para dar inicio a la preproducción y su posterior filmación en marzo del 2011.
Pensada en un principio como dos películas, la calentura del neozelandés por la saga terminó transformándola en una nueva trilogía denominadas como An Unexpected Journey, The Desolation of Smaug (2013) y There and Back Again (2014).
El Hobbit: Un Viaje Inesperado no solo supuso el regreso de Peter Jackson al fantástico universo de la Tierra Media sino que también le permitió experimentar con un nuevo sistema de filmación llamado HFR 3D (High Frame Rate). El mismo se caracteriza por poseer un total de 48 cuadros por segundo, el doble de un sistema normal de filmación, lo que le permitiría un mayor detallismo en la generación de imágenes en la pantalla, un detalle técnico que le otorga al film un grado de realismo incomparable (Claro, todo esto en palabras del propio Jackson).
Los efectos especiales, como era de esperar, corrieron por cuenta de Weta Digital y Weta Workshop, los cuales pusieron todo su empeño en recrear cosas tan maravillosas como el palacio de los enanos en la Montaña Solitaria, Rivendell, La Comarca y las fantásticas criaturas que habitan esa tierra mítica, tal fue el caso de los Trasgos, los Huargos, los Trolls, los Gigantes de Piedra, las gigantesca águilas y, como no podía ser de otra forma, el inigualable Gollum.
El diseño conceptual de dichas criaturas y de las ambientaciones fueron realizadas por dos de los más destacados artesanos de la ilustración del mundo de Tolkien, Alan Lee y John Howe, los cuales ya habían aportado todo su saber en la anterior trilogía.
La música le fue nuevamente confiada a Howard Shore, quien se encargó de crear una nueva banda sonora, en la que incluso entremezcló algunos de los temas aparecidos en la anterior saga, con el fin de lograr lo que Jackson tanto deseaba: transformar a todas las películas en una única gran historia en la que una no podía pervivir sin la otra.
A esta altura del artículo, me resulta sumamente difícil criticar una película que es tan solo la primera parte de una larga saga. Una saga que amé desde el primer momento en que descubrí, allá por 1977, el primer tomo de El Señor de los Anillos publicado por Editorial Minotauro.
Cuando a mediados de año me enteré de que El Hobbit finalmente iba a ser transformada en una trilogía, un oscuro estremecimiento recorrió mi espina dorsal, como si el mismísimo Sauron hubiera puesto su oscura atención sobre mi persona.
¿Era realmente necesario, parafraseando a Bilbo Bolsón, desparramar tan poca manteca en demasiado pan?.
Yo pienso que, hasta el momento, la apuesta le salió bastante bien a este gran director.
A pesar de sus largos 169 minutos de duración, la acción de la misma no decae en lo absoluto, presentándonos unos personajes muy queribles, incluso los crueles y pérfidos villanos que se oponen a nuestros héroes, producto ello al intento de Jackson y sus colaboradores de alargar un guión que, si se hubiera atenido al cuento infantil pergeñado en la mente de Tolkien, no hubiera pasado de una sola película.
Quizá lo único negativo de todo esto es que, cual famélico fan que soy, me quedé con gusto a poco y rogando para que el 2013 pasé lo más rápidamente posible a fin de poder ver la segunda parte de esta monumental obra cinematográfica.
Las menciones a El Señor de los Anillos son muchas a lo largo de todo el film, mostrándonos la incipiente traición de Saruman, la resurrección de los Nazgul, los inicios del ascenso de Sauron y, por supuesto, el encuentro por parte de Bilbo del Anillo Único. Todo este bagaje argumental se encarga de atrapar al espectador, transformándolo en parte indisoluble de las aventuras vividas por Bilbo, Gandalf y el grupo de enanos en su travesía hacia la Montaña Solitaria.
Luego de una impaciente espera de varios años, El Hobbit a manos de Peter Jackson se ha transformado en una incuestionable realidad. En mi caso particular, ya que he leido a muchos detractores por la red que no les gustó la película acusándola de ser pretenciosa y aburrida, considero que este viaje tan esperado valió la pena de ser recorrido.
¿Podrá esta nueva tecnología y la personal visión del mundo de J. R. R. Tolkien por parte del talentoso Peter Jackson entusiasmarnos?
Esa pregunta se las dejo a todos ustedes, queridos amigos... yo, por mi parte, me voy a ver nuevamente El Hobbit: Un Viaje Inesperado, con el fin de volver a sumergirme en el increíble y maravilloso mundo que es la Tierra Media.
¡¡MI TESSSORO!!
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