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jueves, 17 de septiembre de 2015

LA INIQUIDAD DE LAS SOMBRAS (20) por Daniel Barragán

CAPITULO XV
EL MENSAJERO

Me había preparado mentalmente para no encontrarme precisamente con la persona que había conocido desde mis tiempos de estudiante. Sabía que el estado mental de Arthus distaba mucho del frío y analítico ingeniero electrónico que alguna vez había sido. Lo había imaginado víctima de las privaciones otorgadas por una prolongada enfermedad. Esperaba ver una persona devastada...

Pero ninguna de esas ideas preconcebidas me había preparado para lo que se hallaba en esos momentos frente a mí.

Una figura desgarbada y gibosa. Un rostro inhumanamente ancho, de ojos prominentes y profundas ojeras, surcado por oscuras venas que pulsaban como entidades vivientes. Una boca grande, con dientes deformados por una insidiosa putrefacción que también había carcomido parte de los tumescentes labios.

Ese remedo de humanidad era Arthus… mi amigo más querido.

Pero allí no terminaba el horror pues, al estar totalmente desnudo, podía observar con todo detalle su cuerpo deforme.

Afectado por el mismo estigma que había entrevisto en la piel del sacerdote del pueblo maldito, cada parte de su contrahecha anatomía se hallaba cubierta de espantosas pústulas y extrañas tumoraciones de las que salía un icor pestilente, que hería mis sentidos con una indescriptible repugnancia.

Debido a la semioscuridad que reinaba en la celda, no pude verle las piernas con claridad. Eso me inquietó de sobremanera y me estremecí al recordar el apagado sonido que escuchara pocos instantes atrás.

¡Arthus ya no es el amigo que conociste!- Chillaba mi subconciente- ¡Arthus es ahora otra cosa! ¡Una cosa aterradoramente maligna!

Esa criatura informe, que más parecía tener cualidades protoplasmáticas que algo remotamente humano, se balanceaba al compás de una música inexistente. Mientras murmuraba con voz grave:-

-¡Ia Ia Thoy kansara Meight kansara thoy Mhalyoght!... ¡Ia Ia Thoy kansara Meight kansara thoy Mhalyoght!... ¡Ia Ia Thoy kansara Meight kansara thoy Mhalyoght!

Cayó sobre mí una inquietante sensación de vacío, como si los ojos de un sombrío y perverso dios estuvieran posados sobre mi frágil humanidad. 

Instintivamente, dirigí mi atención hacia las otras puertas que se hallaban distribuidas a lo largo del pasillo. Las mismas me respondieron con apagados movimientos de figuras apenas entrevistas, que tampoco se me antojaron humanas. 

Me sentí muy solo en ese terrible sitio, como si me hubiera convertido de buenas a primeras en el último hombre sobre la Tierra, y el incontenible deseo por largarme de allí lo más rápido posible se hizo aún más poderoso.

-Dewan- Dijo una profunda voz muy cerca de mí, como si alguien me estuviera hablando al oído- Las puertas fueron abiertas. Tan solo un milagro podrá salvarnos (salvarlos) y es muy probable que nadie tenga el poder suficiente para lograrlo...

Me sobresalté, al darme cuenta que era la voz de Arthus la que me había hablado. Por unos instantes, al sentir ese sonido tan cercano, creí que de alguna manera mi amigo había logrado traspasar la invulnerable barrera de polimetal que nos separaba y se hallaba parado a mi lado.

Pero, al fijar mi vista sobre él, pude darme cuenta que el mismo aún permanecía en el mismo sitio en el cual había hecho su aparición.

-“Estoy muy nervioso- Me dije, con una poco convencida voz interior- Solo estoy imaginándome cosas sin el más mínimo sentido.”

-Dewan- Volvió a requerir la informe criatura. Su podrida boca parecía moverse de forma incongruente con lo que estaba diciendo- Corran a esconderse vos y tu Annah, pues los tiempos (sus tiempos) están llegando. El cielo se llenará de colores que no son nuestros, pues no serán nuestros, sino de cosas que llegarán desde los cielos. ¡Ia Ia Thoy kansara Meight kansara thoy Mhalyoght tha´gh loktor niktara Thy R´angherloth!

-Arthus, amigo mío- Murmuré con un graznido, que poco se parecía al normal tono de mi voz- Que bueno es verte de nuevo... ¿Te acordás de mí?... soy yo, viejo... ¿Te acordás cuando me presentaste a mi primera novia?... se llamaba Liselle y era realmente hermosa ¿Te acordás Arthus? ¿Te acordás por favor?

Me sentí estúpido ante la extraña situación en la que estaba envuelto. Frente a mí una auténtica abominación, producto de la peor de las pesadillas, y yo comentando tonterías sin sentido.

-“Habiendo tantas cosas por decir… tantos recuerdos sobre los que hablar… tantos secretos por develar”.

Me volví nuevamente hacia las otras puertas. Las presencias escondidas tras las mismas parecían más nítidas y me pregunté si ese poderoso aislamiento sería suficiente defensa, si lo que allí había decidiera salir. 

Cerré los ojos, tratando de sustraerme de la confusión y el miedo que anegaban todos mis sentidos. Uno a uno mis recuerdos sobre esa nefasta noche de horrores fueron acomodándose en mi mente, cual si fueran las piezas de un desconocido rompecabezas imaginario. Pero en todo ese retrato sobre lo acontecido más de un año atrás seguía faltando la misma pieza.

El recuerdo final que aun negaba a hacerse presente.

-Dewan... –Volvió a clamar la voz- Muy pronto tu (nuestros) cuerpo podrá estar aquí, frente a lo que todavía crees que es tu amigo, pero realmente estarás atrapado en los ángulos que se encuentran fuera de la realidad que tu mente ha construido. Estás solo, aunque estés acompañado. Estás muerto, aun cuando estés respirando- Acercó su espantoso rostro a la puerta y se señaló la frente- La verdad se halla escondida acá adentro.

-¡Después que el sacerdote levantó sobre la capitana y Andersen esa daga, no  puedo recordar absolutamente nada de lo que sucedió!- Exclamé furioso. Gruesas lágrimas corrieron por mi congestionado rostro- ¡No puedo recordar nada, carajo! ¡¡Nada!!

-Dewan... - La voz de Arthus se hizo más profunda y ominosa. Cuando dirigí mi atención hacia él, noté que su boca apenas se movía, como si ese cuerpo deforme fuera una suerte de receptáculo vacío, un títere, manejado por otra entidad que probablemente se escondía en las sombras de la habitación- No importa si los recuerdos alguna vez se hagan presentes en tu memoria. Eso poco importa, pues las realidades irán en tu busca, cuando tu (nuestro) tiempo sea.

“Pues Ellos, Los que acechan, andan con pies ligeros al compás de los vientos que soplan por fuera de esta realidad. Ellos retuercen las dimensiones por puro placer y ninguna invención de la humanidad será suficiente para contenerlos. No llegamos (llegaron) por casualidad a ese pueblo. Nos pusieron allí solo por diversión, para hacernos partícipes de su magnificencia y para que trajéramos su palabra a este siglo de incredulidades. Nosotros fuimos sus primeras víctimas- Su risa hirió mis oídos- ¡Oh si!... nosotros fuimos las primeras víctimas (conversos) de su deífica potestad, pero no seremos los últimos.

“¡Ia Ia Thoy kansara Meight kansara thoy Mhalyoght!... ¡Ia Ia Thoy kansara Meight kansara thoy Mhalyoght!...

-¡Ia Ia Thoy kansara Meight kansara thoy Mhalyoght!...- Cantaron innumerables voces invisibles desde las otras habitaciones- ¡Ia Ia Thoy kansara Meight kansara thoy Mhalyoght!...- Me tapé los oídos, en un vano intento por no escucharlas- ¡Ia Ia Thoy kansara Meight kansara thoy Mhalyoght!...

Intenté dirigir nuevamente mi vista hacia Arthus, el cual me estaba observando con lacerante fijeza. Su deforme figura había crecido hasta dimensiones increíbles.

Y sus pies... sus pies apenas vislumbrados en las sombras.

-Dewan- Sus labios ya no se movían en lo absoluto, dándome a entender que ya no era él quien estaba hablando- Donde estoy (estamos) ahora no necesitamos (necesito) de pies para caminar. Pues la gloria de su luz imperecedera (nos) me ha transformado en algo más que yo mismo. El dolor y la luz son uno. Los ángulos son muchos y las puertas se han abierto para que sus (terribles) magnificencias por fin sean (existan)- Volvió a tocarse la frente, mientras volvía a esbozar su inhumana sonrisa- ¡La verdad está acá adentro y nada podrás hacer para que Ellos, Los que acechan, salgan de donde nunca (siempre) deberían haber salido!

-¡Los que acechan! –Repitió el oscuro coro tras las veladas puertas- ¡Los que acechan!

El miedo primitivo prevaleció sobre la mente racional y me vi transformado en un animal asustado. Tiré la silla y corrí por el pasillo, ahogando un grito que pugnaba por salir desde el fondo de mi alma.

Envuelto en la desesperación, creí estar nuevamente en las apretadas callejuelas del pueblo maldito. Sus vetustos caseríos, con ventanas de intrincadas tracerías, y sus terribles secretos volvieron a hacerse presentes en toda su crudeza. En vez de los pacientes del nosocomio, creí ver a las abominables criaturas primigenias de rostros nonatos, que tocaban con salvaje frenesí sus tambores. A mis oídos llegó una casi inaudible melodía...

La puerta de salida se me antojó increíblemente lejana.

-Doctor Bars... ¿Está usted bien?- Me preguntó el administrativo de la recepción, sorprendido por mi abrupta salida. En sus ojos y en el de los dos guardias creí leer un más que evidente gesto de temor- ¡Le está sangrando la nariz!

Aun no repuesto de la locura en la que estaba envuelto, me toqué el rostro. Mis manos enrojecidas se encargaron de confirmar lo observado por el empleado.

-No, nada... últimamente estuve algo enfermo y tengo una ligera fragilidad capilar, que aparece con las emociones fuertes- Mentí, mientras intentaba limpiarme con un pañuelo.

-Creo que comprendo lo que me está diciendo. Esta institución acepta los casos más extraños que uno pueda encontrar y es bastante truculento andar por acá cuando se está sano- Dirigió una inquieta mirada hacia la puerta que comunicaba con el sector 25- Hace más de diez años que trabajo aquí y uno termina acostumbrándose a todo... pero, en los últimos tiempos, este ala en especial me pone muy intranquilo. Esos ruidos...

-¿Qué ruidos? ¿A qué ruidos se refiere?

En los gestos presentes en su rostro supe leer cierto arrepentimiento por el desacertado comentario pero, al observar la urgencia que se pintaba en el mio, finalmente me respondió con tono sombrío:-

-Como de algo muy grande que se arrastra entre las habitaciones... también se puede escuchar el sonido de un succionar burbujeante- Se calló unos instante, como si estuviera meditando alguna revelación- Me parece que voy a pedir un traslado a otro sitio, muy lejos de estas paredes...

Se recompuso de inmediato y trató de sonreír, como si tratara de restar importancia a sus propios comentarios, pero la misma fue una mueca bastante inquietante para mis agotados nervios.

-Sería conveniente que se haga ver en la enfermería del primer piso... ese sangrado se veía bastante feo- Dijo finalmente.

Dirigiéndole apenas unos murmullos de agradecimiento, bajé por el ascensor hacia la salida. Ni por un segundo pensé en detenerme en el primer piso.

Cada una de las terribles palabras dichas por esa cosa que alguna vez había sido Arthus aún daban vueltas en mi cabeza. Cerré los ojos, tratando de olvidar la inútil visita que había realizado.


Los que acechan ya están aquí…


Murmuró una voz.

Por el rabillo del ojo creí entrever una presencia putrefacta, que no parecía ser del todo real. Anegado por un profundo terror me giré para enfrentar, aunque perdiera definitivamente la cordura, a la oscura blasfemia que me había dirigido la palabra.
Estaba totalmente solo en el ascensor.

Casi corriendo, salí por fin del gran edificio al frío otoñal de una ciudad que permanecía ajena a todo el horror que había vivido pocos instantes atrás. La helada lluvia, que en esos momentos estaba cayendo, disipó mi estado de total confusión y, sintiéndome más repuesto, comencé a encaminarme hacia el helipuerto cercano.


Los que acechan ya están aquí...


Clamó la oscuridad a mis espaldas.
Sin darme vuelta, apresuré el paso a fin de alejarme del espanto que moraba en el enorme edificio del neuropsiquiátrico. Sabía que de nada serviría buscar el origen de esa voz inhumana. Estaba seguro que detrás de mí no había absolutamente nada.

Solo una sombra escondida entre las sombras.

lunes, 7 de septiembre de 2015

LA INIQUIDAD DE LAS SOMBRAS (19) por Daniel Barragán

CAPITULO XIV
ARTHUS

El otoño en la ciudad de Nueva York ya se anunciaba en el dorado rojizo de las hojas del salvaje bosque asentado en el Central Park y en la ligera llovizna que caía sobre la urbe, tratando de limpiar inútilmente sus sucias calles.

Alejada de las grandes tecno-urbes como Megabaires, Singapur, Texas Capital o la mismísima ciudad Helios, la otrora gigantesca metrópoli y centro económico del imperio estadounidense de principios del siglo 21 iba agostándose lentamente en el olvido. Como si se tratara de una decadente Babilonia, el tiempo se había encargado de transformarla en una suerte de enorme pueblo fantasma, habitado únicamente por varios miles de personas indigentes que trataban de escapar al hambre y al olvido.

Un lugar más que apto para guardar secretos.

Aprovechando ciertas estructuras edilicias abandonadas, que resistirían el paso del tiempo durante varios decenios, el Gobierno Central había instalado allí algunos complejos y laboratorios de investigación que debían permanecer convenientemente alejados de la opinión pública. 

Entre todos ellos se encontraba, en lo que había sido el edificio Crysler, el Hospital Neuropsiquiátrico Central, el sitio en donde permanecía internado mi amigo Arthus desde hacía casi un año.

Mis cansinos pasos me dirigieron hacia ante la puerta de acceso del nosocomio, la cual se se hallaba custodiada por dos unidades de rastreo robot armadas con cañones conmocionadores. 

me sentía terriblemente inseguro de lo que debía hacer a continuación, ya que luego de varios meses de tensa espera, finalmente había llegado el momento de poder ver a mi amigo de toda la vida... 

Pero en mi interior no me sentía para nada feliz por ese reencuentro.

-“¿Cuál será tu condición, querido amigo?-Pude sentir que una gran pesadumbre se abatía, poderosa, sobre todo mi ser- ¿Qué será de ti?”.
Juntando coraje, me dirigí hacia el lector de entrada e introduje la identificación magnética que me habían entregado las autoridades gubernamentales. Las puertas se abrieron silenciosamente hacia un amplio y cálido salón de recepción. Las antiguas ornamentaciones estilo art-decó de la amplia estancia lograron maravillarme hasta el punto de hacerme olvidar, por un breve instante, el motivo de mi presencia en ese sitio.

No había avanzado más que un par de metros, cuando salió a mi encuentro un hombre de constitución sumamente delgada, de aproximadamente unos cuarenta años de edad, que se hallaba vestido con una ceñida bata blanca. Sus exagerados gestos de recibimiento evidenciaban una gran ansiedad por mi presencia en ese lugar.

-¡Buenas tardes doctor Bars!... soy Ogost Roswel, médico en jefe de esta institución- Me dijo, al tiempo que estrechaba con entusiasmo mi mano- Su trayectoria dentro del campo de la investigación neo-genética sobre las disfunciones mentales de los primates superiores lo precede y me siento orgulloso de...

-Le agradezco sus palabras doctor Roswel... –Interrumpí amablemente, pero con firmeza. No me sentía con deseos de hablar de mi mismo o mis supuestos logros- pero el motivo de mi presencia en este lugar no son mis investigaciones, sino las suyas. Si más adelante quiere recibir información sobre lo que estoy investigando, estaré encantado de mandarle mis estudios vía Overnet.

-Sí… entiendo- Me contestó algo decepcionado- Su pase de prioridad 01-A le permitirá ingresar al sector 25 de nuestro complejo. Permítame acompañarlo.

El viaje en ascensor me pareció excesivamente largo, producto quizá de mi ansiedad por encontrarme con Arthus... y no era para menos.

Habíamos sido amigos desde temprana edad, en un colegio secundario de Megabaires, e inmediatamente habíamos congeniado, a pesar de ser bastante diferentes en nuestras maneras de pensar y sentir. Él era una persona analítica y fría, en cambio yo era más imaginativo y soñador. Aun así, nuestra amistad había crecido a lo largo de los años, a pesar de que nuestras profesiones nos habían llevado por diferentes caminos.

-“¡Pensar que me presentó a mi primera novia! –Pensé, esbozando una tenue sonrisa- Quizá, cuando se cure, podamos irnos de joda a ese boliche de mala muerte que tanto le gusta”.

Las pesadas puertas metálicas del ascensor se abrieron chirriantes hacia un salón que era un poco más reducido que el de la planta baja. En el centro del mismo había una gran consola altamente sofisticada, detrás de la cual estaba sentado un empleado administrativo enfrascado en la tarea de controlar una serie de pantallas plásmicas.

No pude dejar de reparar en la presencia de dos guardias de seguridad fuertemente armados con rifles de choque, los cuales custodiaban una puerta de acceso de lo que probablemente sería el misterioso sector 25.

-Hasta acá llego en mi tarea de guía turístico- Dijo Roswel con gran amabilidad, mientras el empleado verificaba mis acreditaciones- Espero que su visita pueda ayudar al bienestar de su amigo... el caso del doctor Cedis es el más complejo de todos los que se encuentran internados en este sector- Me estrechó la mano con cierta frialdad- ¡Buena suerte!


-Tiene que ir por ese pasillo hasta la habitación 15- Dijo el empleado, una vez que se hubo retirado el médico en jefe- Ya han colocado una silla frente a la puerta de la habitación. Debo también informarle que no está permitido ningún contacto físico con el paciente, ni siquiera puede tocar la puerta, y todo lo que se diga en la reunión será grabado.

Murmurando apenas unas palabras de asentimiento, traspuse con paso lento las puertas de acceso, las cuales se cerraron de manera automática a mis espaldas. Mientras avanzaba por el largo pasillo, pude observar una serie de puertas de polimetal transparente, que en otras épocas habían correspondido a los departamentos del edificio, que en esos momentos permanecían veladas a mi inquisitiva atención.

-“Tan solo es una tenue barrera la que me separaba de los pacientes que estaban siendo tratados aquí- Sentí que un viboreante estremecimiento recorría mí espalda.

A pesar del silencio reinante, mi yo interior podía adivinar que tras esas puertas, convenientemente polarizadas había presencias que vigilaban con fríos ojos cada uno de mis movimientos por el pasillo.

Pude sentir que esas miradas invisibles estaban posadas sobre mí y, por unos instantes, me pareció escuchar murmullos, como un cántico o una salmodia, entonados en un idioma que me resultó totalmente incomprensible.

Una suerte de sopor hipnótico fue ganando insidiosamente todo mi ser. En esa especie de entresueño en el que me iba sumergiendo, me pareció que las sombras ya no eran tan oscuras como en un principio me habían parecido y que esas palabras apenas percibidas no me resultaban tan desconocidas. Un fuerte dolor de cabeza logró, por fin, sacarme del inquietante embotamiento en el que estaba sumido.
Sumamente nervioso ante esas turbadoras sensaciones, me acerqué vacilante a la silla que se hallaba frente a una de las puertas. A diferencia de las otras, esta no se encontraba polarizada y por ende me permitía ver lo que había del otro lado. 

Inútilmente, traté de discernir algo pero el interior de la habitación permanecía sumido en una total oscuridad.

Una serie de sentimientos contradictorios batallaban entre sí. Por un lado deseaba ver a mi amigo, no importaba el estado en que se encontrara, y por el otro deseaba huir de toda la locura que amenazaba con apoderarse de mi persona. 

El hombre primitivo que habitaba en mí interior me imploraba que huyera de allí. Que volviera al desapacible clima que imperaba fuera de ese nefasto lugar y que la lluvia cayera sobre mí, lavando ese horroroso hedor que había caído sobre mi atribulada mortalidad.

Deseaba tener a Annah a mi lado, para poder consolar mis penas.

Haciendo un último esfuerzo, finalmente me senté en la dura silla. Sabía que ya no podía echarme atrás. El abismo se hallaba frente a mí y estaba obligado a enfrentarlo... o enloquecer.

Aún no había terminado de acomodarme, cuando algo llamó mi atención. Me sentí envarado cuando, desde la habitación a oscuras, me llegó un apagado sonido que me resultó aterradoramente conocido.

Era el mismo que había escuchado en la antigua biblioteca más de un año atrás.

Me invadió el pánico, ya que por nada del mundo quería ver la entidad que se escondía en la sombras. Estaba seguro que la indestructible puerta de polimetal no podría contener en lo absoluto a lo que estuviera escondiéndose detrás de ella.

El dolor de cabeza volvió a hacerse presente y, envuelto en el extraño sopor, creí escuchar nuevamente el murmullo de gargantas inhumanas entonando la monótona letanía que me resultaba inquietantemente conocida. Agité mi cabeza, tratando de aclarar mis pensamientos, y volví a enfocarme en la habitación ante la cual me hallaba.

Arthus estaba parado frente a la puerta, envuelto en un mortal silencio.


CONTINUA...

martes, 25 de agosto de 2015

ANIMAL CÓMICS (1° EMBESTIDA)

1) CANCION ANIMAL

 Antes de dar inicio a este informe es mi deber hacerles una confesión.

A pesar de que este blog está dedicado a comentar temas tan variados como el cine de terror y ciencia ficción, historietas, oscuras leyendas urbanas, cuentos y otras sandeces de igual calaña, les cuento que mi auténtica profesión en la vida real es la de Médico Veterinario. 

En mis muchos años de atender a numerosos perritos y gatitos (y, por supuesto, a los clientes humanos que los acompañan) me he dado cuenta que esas queridas criaturas forman parte indisoluble de nuestras vidas, historias, hábitos sociales, libros, películas (animadas o no)... y por supuesto los cómics.

En las coloridas páginas de las revistas de historietas o en la última página de los diarios, los animales han tenido la oportunidad de participar en muchas de las tramas argumentales que allí son desarrolladas, llegando incluso a transformarse en los protagonistas principales y aportando situaciones dramáticas o graciosas, según el papel que les tocaba en suerte.

Los animales que habitan el vasto mundo de los cómics poseen ciertas características que los distinguen de sus pares de carne y hueso. Entre las que me vienen a la memoria, tenemos: -

-Los animales de los cómics son tanto o más inteligentes que sus dueños, quienes por lo general suelen evidenciar un cierto grado de deterioro mental que parece totalmente irreversible.

-No se enferman de nada ni tienen parásitos, aunque si pueden llegar a tener pulgas las cuales, por lo general, son unos bichitos graciosos y amigables. Todo este postulado me hace intuir que los veterinarios del mundo de los cómics son una especie en extinción.


-Son proclives a tener accidentes automovilísticos (un hecho que contradice la supuesta gran inteligencia anunciada más arriba, al no poder reconocer un auto) o recibir patadas en las pompis por parte de algún transeúnte, el cual dirá frases como “¡Fuera chucho!” o “¡Aléjate de aquí maldito animal!”.


-Se hacen entender de manera cómplice con los lectores mediante el uso de globitos de pensamiento en donde podrá leerse “¡Yikes! ¡Mi amo me necesita!” o “¡Grrrr... este individuo no me gusta!”.


-Cuando muerden y/o arañan no lastiman mucho, pero si rompen la ropa y dejan curitas en todo el cuerpo de su víctima.


-No hacen pis ni caca (¡Ups!) excepto cuando demuestran desprecio o bronca por el rival de su amo. El número uno aparecerá como una serie de pequeños guiones y un charquito, en tanto que el número dos se presentará con un sonoro ¡Glich! cuando es pisado.


-No comen carne ni pollo... ni siquiera un alimento balanceado decente. Sus alimentos favoritos son un hueso pelado de dinosaurio o una asquerosa pasta colocada en un recipiente que, por regla general, dice su nombre.


-Cuando mueren lo hacen de manera heroica en donde, por lo menos, apagan el incendio de un orfanato con su meada.


-Los animales propiedad de los villanos son torvos, deformes y/o sarnosos, mal encarados y por lo general son producto de una mutación genética inducida.


Dejando de lado este pequeño catálogo de estereotipos comiqueros, no sea que me caiga la Sociedad Protectora de Animales, les cuento que son numerosos los perros, gatos y otras criaturitas de Dios que han logrado alcanzar la fama tanto en las páginas de las revistas de historietas como en la de los diarios, casi desde el inicio mismo de este medio artístico.

2) PRIMERO FUERON LOS GATOS…

La primera aparición de los animales en los cómics norteamericanos puede remitirse al año 1895 bajo el formato conocido como Comic Strip que eran publicados en los diarios. En la misma, que tenía como título Little Bears, nos eran narradas las aventuras de unos osos. 

Dibujadas por Jimmy Swinnerton estas historias hicieron su aparición en el periódico San Francisco Examiner. Posteriormente la tira pasaría a llamarse Little Bears and Tykes, cuando su autor fue añadiendo algunos niños pequeños que jugaban con los protagonistas.
-MR. JACK (1904)-

Más tarde llegarían otras tiras dedicadas al reino animal que terminarían siendo englobadas dentro del género conocido como Funny Animals:- 

-The Journal Tigers (1897): a cargo de Jimmy Swinnerton, de características similares a la producción anteriormente nombrada.

-Mr. Jack (1904): en donde nos contaban las aventuras amorosas de un gato sumamente picaron. La misma fue una serie derivada de la serie anterior y también fue realizada por Swinnerton.

-Jungle Land: creado por Gus Mager en 1909 y en ella vivían sus historias diferentes animales humanizados. 
-Bugville Life: una colección de viñetas humorísticas realizadas por Gus Dirks, que eran protagonizadas (como todos supondrán) por unos simpáticos bichitos.  
-Peter Rabbit: en 1920 el diario New York Tribune le pidió a Harrison Cady que trasladara a un comic strip unas ilustraciones que ya venía dibujando para el escritor Thornton W. Burgess. El resultado del mismo fue la creación de una familia de simpáticos conejos, la cual perduraría en el mercado durante varios años, primero a cargo de Cady y, a partir de 1948, Vincent Fago.
Si bien todos los personajes anteriormente nombrados tuvieron su impronta en el gusto de los lectores, el primer personaje animal que llegaría a trascender su época y lo llevaría a transformarse en un clásico recién vería la luz en 1910, en las páginas del diario Evening Journal de Nueva York.

El animal: un gato… su nombre: Krazy Cat

Su creador fue George Herriman el cual inició su carrera artística en la época en que las tiras cómicas ya se habían transformado en secciones fijas de los diarios de todo el país. Para el periódico de William Randolph Hearst creo a The Dingbat Family, que tiempo más tarde sería conocida como The Family Upstair, una tira cómica sobre una familia normal que trata de descubrir quiénes eran los vecinos que habitan en el departamento que se encontraba por encima de ellos.

Como una suerte de complemento de esta tira, hacía su aparición un ratón gruñón llamado Ignatz y una gata masoquista (o gato, nunca se supo exactamente a que sexo pertenecía) que respondía al nombre de Krazy, la cual estaba perdidamente enamorada de quien tendría que ser su antagonista.  Junto a otros animales de características antropomórficas, ambos personajes vivirían sus alocadas historias en una suerte de mundo de naturaleza surrealista, cuya interpretación estilística fue más allá de la aparente simpleza de sus ilustraciones. 
A partir de octubre de 1913 estos personajes obtendrían su tira propia y en abril de 1916 aparecerían como Sunday Strip en la sección Art and Scene del mismo diario. 

Si bien esta tira no caló demasiado hondo en el público lector, la admiración de Hearst por la labor de Herriman llevó a que la serie no cayera en el olvido y llegara incluso a obtener una página dominical completa, que permitiría a su creador el poder desarrollar mejor los personajes secundarios que en ella aparecían, como el Oficial Pupp, Gooseberry Sprigg, Kolin Kelly y Mathilda, la esposa de Ignatz

En 1916, estos dos bichejos tendrían la oportunidad de protagonizar 14 cortos animados producidos por International Film Services… que por supuesto eran propiedad de Hearst.

Con diferentes cambios en su formato, según los requerimientos de King Feature Syndicates y su propia creatividad, Herriman continuó dibujando la tira hasta su muerte acontecida el 25 de abril de 1944. El tiempo y las reediciones se encargaron de transformar a Krazy Cat en todo un clásico.
En 1919 otro felino, esta vez proveniente de la industria cinematográfica, llegó a las por entonces nacientes tiras cómicas transformándose en el antecesor directo del estilo que sería impuesto por los Estudios Disney

Basándose en un cuento de Rudyard Kipling llamado “El gato que anda solo”, el Gato Félix fue creado por el caricaturista Pat Sullivan y el animador Otto Messmer para el corto mudo de animación Feline Follies (Paramount Pictures). A este le seguirían nada menos que otros 174 cortos que fueron estrenados en los cines hasta 1930.

Según las propias palabras de Messner: “La Paramount necesitaba una película de dibujos animados y Sullivan, que estaba muy ocupado, me preguntó si quería hacer algo. Así que me figuré que un gato sería lo más sencillo, un gato totalmente negro, sin tener que preocuparme de las siluetas. A la Paramount le gustó, de modo que encargó una película cada mes. En los primeros dibujos Felix era más angular, como un perro, pero comprobamos que era un poco difícil cuando empezabas a mover los ángulos. Así que redondeamos la figura.”
-FELIX THE CAT # 12 (1949) OTTO MESNER-

Debido al éxito obtenido en la pantalla grande, la King Features Syndicate tentó a sus creadores para llevar al papel las aventuras del divertido gatito. Esta primera entrega ilustrada vería la luz en agosto de 1923 y la misma contaba con los guiones y dibujos del propio Messmer, al que se sumaron las colaboraciones de Jack Boyle y Bill Holman.  

A partir de 1954, Joe Oriolo tomaría en sus manos la posta creativa del personaje hasta su cancelación en 1967. 

A Oriolo también se le debe la creación de 260 capítulos para la serie infantil de este personaje que sería emitido en las pantallas de televisión a partir de 1958.

“Felix el gato, 
el único, único gato,
si en algún apuro se ve
con triquiñuelas ha de vencer.
Felix el gato,
el único, único gato
te hará reír, te hará sentir
que a tu casa deberías venir
viendo a Felix, el único gato”…” 
-FELIX THE CAT # 71 (1956) JOE ORIOLO-

¿Hay alguien por ahí que recuerde esta cancioncita?

En años posteriores las historias del Gato Felix aparecidas en los comics strip fueron reeditadas por las editoriales Dell Toby. También tuvo su oportunidad en los Comic Books, cuando fue publicado material inédito del mismo que fueron publicados por diferentes editoriales como Dell, Toby y Harvey

En 1984, salió al ruedo una nueva serie de Strips dedicados al personaje, las cuales fueron desarrollados por los Walker Brothers (los hijos de Mort Walker) y llegaría a dudar hasta 1988. En nuestra actualidad se han realizado numerosas recopilaciones de todo ese material, sobre todo gracias a la editorial Dark Horse.

El Gato Felix fue uno de los reyes indiscutidos de la década del 20, debido ello al interesante desarrollo de sus locas aventuras y al carisma que emanaba esa sencilla bola de pelos negro, pero no sería el animal más famoso. En la siguiente década haría su aparición uno que, tanto en los dibujos animados como en las historietas, tendría mucho (que digo mucho, ¡Muchísimo!) para dar de sí.

3) … Y DESPUES LAS SUCIAS RATAS
Hace muchos años en el país del norte, un joven de aproximadamente 27 años llamado Walter Elias Disney (1901-1966) creo a un ratón llamado Mortimer mientras realizaba un viaje en tren. A instancias de sus allegados y su propia esposa, a los cuales no les gustaba demasiado ese nombre, el mismo sería finalmente cambiado por el de Mickey Mouse

“Tenía que ser sencillo- Comentaría Disney tiempo más tarde- su cabeza era un círculo con otro círculo oblongo a guisa de hocico. Su cuerpo era como una pera y tenía una cola larga; sus patas eran tubos de pipa y se las metimos en zapatos grandes para darle el aspecto de un chiquillo calzado con los zapatos de su padre”.

La primera aparición en las pantallas de los cines de este simpático roedor fue en un corto animado que sería conocido como Steamboat Willie (1) que fue estrenado en septiembre de 1928 en el  el Colony Theater de Nueva York. Para la realización de este corto encargó a su ayudante Ub Iwerks la realización de la estética de los personajes, por lo que muchos consideran que este dibujante fue el auténtico creador de Mickey y no quien se atribuyó ese honor… o sea Walt Disney.

Esta primera aparición del famoso ratón tuvo la virtud de ser el primer corto animado con sonido y de manera inmediata se vio transformado un éxito de taquilla. Todo lo que sucedió después de su estreno, como ustedes supondrán, ya es parte de la historia del cine de animación en general y de los Estudios Disney en particular. 

Interesados por ello, la King Feature Syndicate hizo un arreglo con el tío Walt con el fin de publicar una tira en donde se contaran las aventuras de este notable personaje. Fue así como Mickey se vio trasladado al universo de los cómics-strip, a partir de 1930, gracias a los lápices de Ub Iwerks, el entintado de Win Smith y los guiones del mismísimo Walt Disney
Más tarde llegaría Floyd Gottfredson, cuyo talento como dibujante y animador logró plasmar a la perfección todo lo que Disney y compañía habían ideado.

“Walt Disney escribió las primeras 18 tiras de Mickey Mouse. Ub Iwerks las dibujó a lápiz y Win Smith las pasó a tinta- Diría en cierta ocasión Gottfredson- En un principio Win hacía el trabajo a lápiz y el entintado, pero tras cuatro meses del inicio de la tira, decidió abandonar tanto esta como el estudio y Walt me pidió hacerme cargo de la serie”.
Durante un increíble lapso de 45 años Gottfredson se encargó de darle a Mickey Mouse la talla definitiva que lo haría famoso en todo el mundo… ¡y eso que este autor había sido contratado para hacer la tira por tan solo por 2 meses! 

Gracias a su talento y creatividad, verían la luz otros personajes secundarios que acompañarían a Mickey en sus extravagantes aventuras. Entre ellos podemos nombrar al Caballo Horacio, la vaca Clarabella, el tío Mortimer, el villano Pete Pata de Palo, Sylvester Shyster y el inolvidable perro Pluto, un fiel animal que se desenvolvía en un mundo habitado por animales humanizados.
-PERSONAJES DEL STRIP DE MICKEY REALIZADOS POR
FLOYD GOTTFREDSON (1933)-
Gottfredson no trabajaría solo en la realización de esta serie, ya que contó con importantes colaboradores que le ayudaron a mantener en alza la tira que era publicada a lo largo de todos los Estados Unidos: Al Taliaferro, Ted Osborne, Merrill DeMaris, Bill Walsh, Dick Shaw y Roy Williams.

Gracias a los dibujos animados y su versión en papel, la sucia rata se vería transformada con el correr de los años en todo un fenómeno socio-cultural tanto en su tierra de origen como en el resto del mundo.

Siempre bajo el sello de la Disney, en el año 1936 haría su aparición el irascible Pato Donald en uno de los cortos animados conocidos bajo el título de Silly Symphony (Sinfonías Tontas –1929-), cuya creación corrió por cuenta de Art Babbit y Dick Huemer, a los que se sumó la animación a cargo de Al Taliaferro

Dos años más tarde, Taliaferro abandonaría el campo de la animación y pasaría a encargarse del Strip (tanto semanal como dominical a color) dedicado exclusivamente al personaje del pato. Los mismos estaban conformados por gags autoconclusivos, en los cuales Donald interactuaba con su eterna novia Daysy y sus terribles sobrinos Huey, Louie y Dewey (acá conocidos como Hugo, Paco y Luis). 

Los guiones fueron realizados por Bob Karp, quien se encargó de darle a los gags una dinámica desenfrenada que los hacían sumamente graciosos, y los dibujos corrieron por cuenta de Taliaferro, quien más tarde sería reemplazado por Frank Grundeen
-WALT DISNEY´S COMICS AND STORIES # 5 (5/1950)
AL TALIAFERRO-

Si bien el Pato Donald era exitoso, este personaje y sus aventuras tendrían la oportunidad de dar una vuelta de tuerca en lo que se refería a su fama, ya que este tan particular universo se vería enriquecido por la llegada de quien se transformaría en uno de los pilares de la historia Disney… o historieta si así lo prefieren. 

Carl Barks se inició en el mundo de los cómics cuando tenía 27 años. En 1935 entró en los Estudios Disney como animador y más tarde fue guionista. Junto a otro animador llamado Jack Hannak publicó un cómic de 64 páginas llamado Donald Duck Finds Pirate Gold el cual tuvo gran aceptación entre los lectores. 

Entusiasmado por ello, abandonó el campo de la animación iniciando su trabajo como dibujante y guionista para la Editorial Dell/Western (licenciataria de los cómics de Disney) dibujando personajes como Donald, Mickey e incluso Porky

Aparte de trabajar con todos ellos, Barks se encargó de crear otros personajes que pasarían a formar parte del universo manejado por la corporación Disney. 
-UNCLE SCROOGE # 1 (1952) CARL BARKS-

-Uncle Scrooge Mc Duck: un más evidente homenaje al malvado personaje de Un Cuento de Navidad que fuera escrito por Charles Dickens, el cual sería conocido en nuestro idioma como Tío Rico Mc Pato, que hizo su aparición en Four Color # 178 (1952). Este personaje, caracterizado por su inmensa avaricia y mezquindad, tuvo gran aceptación entre el público lector y lo llevó a protagonizar sus propias aventuras a partir de Four Color # 386. Entre 1952 y 1967 Barks se encargó totalmente del desarrollo de este personaje, el cual obtendría incluso su propio comic book.

-Gladstone Gander (Narciso Bello) un ganso afortunado que hizo su aparición en Walt Disney´s Comics and Stories # 88

-Giro Gearloose (Giro Sintornillos) el genial y distraído científico, en Walt Disney´s Comics and Stories # 140.

-Beagle Boys (Los Chicos Malos) son los malvadísimos, pero bastante tontos, enemigos de Donald y Mc Pato. Todos vestían uniforme de presidiario con sus números de identificación y máscaras que ocultan sus rostros… ¡como para pasar desapercibidos! Los mismos serían vistos por primera vez en la publicación Walt Disney´s Comics and Stories # 134
-MYSTERY OF THE SWAMP (1944) CARL BARKS-

La labor creativa llevada a cabo por Carl Barks en los comics dedicados al universo Disney, desbordantes de un gran profesionalismo narrativo y visual, tuvo la virtud de trascender la época en que fueron realizados, siendo sumamente apreciados aun en nuestra actualidad.

El mismísimo Barks describió con gran detalle su método de trabajo:-

"Como procedimiento de trabajo, escribía el guión a lápiz, sobre cualquier trozo de papel, rodeados de bosquejos y breves diálogos. La narración estaba interrumpida por breves viñetas que describían la acción y los personajes. En cada viñeta venía el diálogo. Para dibujar utilizaba papel que me facilitaba el editor. Al principio eran hojas enteras de papel rudo, de medio espesor. En los últimos años, en cambio, se importó papel de Alemania. No era tan bueno, pero sí fácil de entintar. Esbozaba directamente el dibujo sobre el papel, con lápiz azul, entintaba los personajes y pasaba la página a mi esposa, que escribía el diálogo en tinta china y trabajaba los fondos, entintando también las zonas negras. Las páginas medían 40 x 58 centímetros; yo cortaba una página por la mitad y dibujaba separadamente las cuatro viñetas superiores y las cuatro inferiores..."
-PORTADAS DE COMICS REALIZADOS POR CARL BARKS-
En 1935 haría su aparición la publicación Mickey Mouse Funnies (K. K. Publications) y a partir de 1940 Walt Disney´s Comics and Stories, que fue publicado por la Editorial Dell. Esta última se encargaría de editar todo el material Disney hasta la década del sesenta, en donde fue reemplazado por Gold Key.
-UNCLE SCROOGE # 1 (1952) CARL BARKS-

Durante todos esos años, los funny-animals de la Disney se encargaron de llevarnos por un extraño mundo en donde animales humanizados vivían sus grandes aventuras junto a animales verdaderos, con un desarrollo de historias que resultaron ser sumamente interesantes tanto para chicos como para grandes.

A instancias de este éxito, otros bichejos más o menos cómicos, muchos de ellos salidos de las pantallas de cine, invadieron con mayor o menor éxito las páginas de las revistas de historietas y las tiras cómicas de los diarios. 

Entre ellos podemos citar personajes como Cicero´s Cat (King Feature Syndicates-1933), The Pussycat Princess (King Feature Syndicate -1935-), Spooky (New York/Chicago Tribune Syndicate -1935), Porky (Four Color Cómics # 16 –1942-), Bugs Bunny (Four Color Cómics # 33 –1943-), Andy Panda (New Funnies -1942-), El Pájaro Loco (New Funnies -1942-) y Tom y Jerry (Our Gang Comics -1942).
Los comics de animalitos graciosos habían llegado para quedarse, pero no todos ellos eran proclives a chistes sencillos ni aventuras alocadas.


ESTA HISTORI(ET)A CONTINUARÁ… 


ANEXO: BIOGRAFIAS

-GEORGE HERRIMAN (Nueva Orleans 22/8/1880- Los Ángeles 25/4/1944)

Autor de comics norteamericano cuya mayor creación fue la tira conocida como Krazy Cat (1913). 


Otros trabajos de su autoría: Musical Mose (1902), Two Jolly Jackies (1903), Major Ozone (1904), Home Sweet Home (1904), Rosy´s Mama (1906), Grandma´s Girl (1905), Rosy Posy (1906), Baron Mooch (1909), Daniel and Pansy (1909), Alexander the Cat (1909), Gooseberry Sprig (1909), The Dingbats/The Family Upstair (1910), Baron Bean (1916), Now Listen Mabel (1919), Stumble Inn (1922), Us Husbands (1926) y Mistakes Will Happen (1926).


-OTTO MESSMER (Union City, New Jersey 16/8/1892-Fort Lee, New Jersey 28/10/1983)

Animador estadounidense creador, según cuentan algunas historias, del personaje del Gato Felix junto a Pat Sullivan (que había recibido la mayor parte del crédito mientras vivió). 


Inspirado por la labor de Winsor McCay, comenzó a trabajar en la realización de sus propias tiras cómicas para ciertos periódicos locales. 


Luego de haber participado en el conflicto bélico conocido como Primera Guerra Mundial, retornó a los EE.UU. en donde fue contratado para realizar un cortometraje animado llamado Feline Follies, en el cual haría su primera aparición el Gato Felix.



-PAT SULLIVAN (Paddington, Sydney 2/2/1887-New York City 15/2/1933)

Pionero del cine de animación de origen australiano que estaría implicado en la creación de los cortos animados de Felix el gato entre 1920 y 1930. 


Comenzó a trabajar en McClure Newspaper Syndicate, interviniendo en la creación de Willing Waldo, Fadder und  Mamma Lade, Obliging Oliver y Old Pop Perkins


Cuando fundó su propio estudio lanzó la serie Boomer Bill y, por supuesto, El Gato Felix.





-JOE ORIOLO (Union City, New Jersey 21/2/1913-Hackensack, New Jersey 25/12/1985)

Animador, escritor, director y productor de series televisivas como Casper the Friendly Ghost, The Mighty Hercules y Felix the Cat TV Series


Cuando tenía 20 años colaboró en los Estudios Fleisher para la realización de largometrajes animados como Gulliver´s Travels y Mr. Bug Goes to Town


También estuvo encargado de realizar las tiras de Felix para la King Features Syndicate luego que Messner abandonara la serie.


-UB IWERKS (Kansas City, Misuri 24/3/1901- Burbank, California 7/7/1971)

Conoció a Walt Disney en 1919 y con él formó una compañía llamada Iwerks-Disney Commercial Artist que, lamentablemente, no funcionó. 


Posteriormente trabajaría para su amigo en 1923, cuando Walt fundó el Disney Brother´s Studio, en donde se dedicaron a la animación. Iwerks fue el encargado de darle imagen a la idea de Disney sobre el Ratón Mickey


En 1930 rompió relaciones con Disney y fundó su propio estudio, en donde creó personajes como Flip the Frog (en donde se llegó a utilizar la novedosa técnica conocida como Technicolor), Willie Whopper y la serie ComiColor Cartoons, productos que no pudieron competir contra los Estudios Fleisher y Disney


Luego de trabajar por libre en otros estudios, en 1940 retornó a la Disney como investigador de nuevas técnicas de animación y el desarrollo de tecnología para los parques conocidos como Disneylandia. Por todo ello recibió el premio Oscar en 1959 y 1964.


-FLOYD GOTTFREDSON (Kaysville, Utah 5/5/1905- Montrose, California 22/7/1986)

Dibujante estadounidense a quien se debe la definición del personaje del Mickey que era publicado en los comic-strip


Contratado para realizar este trabajo por un par de meses, terminó ilustrando la serie durante 45 años. 


Durante ese tiempo se encargó de delinear las historias y realizar los dibujos a lápiz (que muchas veces eran entintados por él mismo). 


En el año 2004 fue incluido en el Comic Book Hall of Fame.


AL TALIAFERRO (Montrose, Colorado 29/8/1905-Glendale, California 3/2/1969)


Artista norteamericano de gran influencia en el universo Disney, gracias a los aportes realizados en los comics tanto de Mickey Mouse como del Pato Donald.

Entre sus creaciones podemos citar a los sobrinos de Donald (Hugo, Paco y Luis), Grandma Duck e incluso Daysy, la eterna novia del pato Donald.



-CARL BARKS (Merrill, Oregon 27/3/1901-Grants Pass, Oregon 25/8/2000)

Sin duda alguna, Barks es el auténtico padre de los patos de la Disney. 


Luego de probar una serie de trabajos en los cuales fracasó de manera rotunda, comenzó a vender sus dibujos al “The Calgary Eye-Opener” en 1928. 


En 1935, contestando un intrigante anuncio aparecido en los diarios, firmó contrato como animador con los nacientes estudios Disney, un puesto que posteriormente cambio por el de guionista de algunos cortos dedicados a Donald.


 Luego de la cancelación de un largometraje llamado Pirate Gold, Barks y Jack Hannah usaron el material que había dibujado y realizaron un comics de 64 páginas que fue publicado por Dell/Western con un gran éxito de ventas. 


Ello le permitió convertirse en creador regular de una serie del pato que fue publicado en la revista Walt Disney´s Comics and Stories


Debido a su gran labor artística, recibió el Shazam Award y el Comic Buyer´s Guide Award y su nombre forma parte del Salón de la Fama de los Premios Eisner y William Randoph Hearst Cartoon.

NOTAS:

1-Ya mediados de los años 20, Walt Disney y Ub Iwerks se habían asociado para producir dos cortos animados protagonizados por Mickey: Plane Crazy y Gallopin´Gaucho, dos producciones mudas que no tuvieron éxito.