“Leí el guión y me pareció inteligente e hilarante. Tuve la sensación de que su enfoque podía ser el correcto para que el material funcionase, en ese momento, si conseguía darle cierto aire de desenfado. Así que acepté”
Adam West
EN EL MES DEDICADO A BATMAN, NOS SUBIMOS AL DELOREAN DEL PROFESOR BROWN Y NOS FUIMOS A LOS VIEJOS AÑOS 60. ALLÍ NOS ENCONTRAMOS CON LA VIEJA SERIE DEL HOMBRE MURCIÉLAGO, QUE SUPO DESPERTAR EN MÍ LA PASIÓN POR LOS COMICS.
¡¡Batman!!
¡¡taradadadadadadada!! ¡¡Batman!! ¡¡ taradadadadadadada!! Eh… ejem… yo… este…
¡¡Ma si, estaba cantando el tema de la serie de superhéroes por excelencia de
mi niñez!!... una serie que, en su época, creó una auténtica batifiebre que se
extendió a lo largo de todo el mundo por más de 100 países.
Las
aventuras televisivas de Batman se encargaron de marcar toda una generación de
jóvenes teleadictos que, semana a semana, disfrutaban cada una de las
peripecias vividas por nuestros queridos personajes.
El
éxito de Batman no dio precisamente inicio en la década del sesenta con la
emisión de esta serie, pues la historia del encapotado se remonta a muchísimo
años atrás. Por esos tiempos, la editorial National Comics, aun sorprendida por
la aparición de Superman en las páginas de la revista Action Comics Nº 1, le
encargó a un joven llamado Bob Kane (1916-1998) que se abocara a la creación de
un personaje que fuera similar al último hijo de Krypton, incluida su doble
personalidad.
Fue
así como este muchacho, junto a Bill Finger (1914-1974), escribió y dibujó para
el número 27 de la revista Detective Comics (1939) las aventuras de un nuevo
héroe, cuya característica principal eran sus oscuros ropajes similares al de
un murciélago y sus métodos expeditivamente violentos, que se abocaría a una
incansable lucha contra el crimen. Ese héroe urbano sería conocido con el
nombre de Batman.
El
personaje en cuestión obtuvo un éxito inmediato, llegando incluso a rivalizar
con las aventuras del hombre de acero. A partir del número 38 de la serie
(1940), con el objeto de minimizar la oscura violencia que tenía la serie y
acercarlo al público lector de corta edad, hizo su aparición un ayudante:
Robin, el joven maravilla.
Posteriormente,
los gángsters y científicos locos tan típicos de esos comics serían
reemplazados por una serie de estrafalarios villanos que le harían la vida
imposible al dúo dinámico. Entre todos ellos quien más se destacó fue el Joker,
el príncipe payaso del crimen (creado por Jerry Robinson para Batman Nº 1
-1940-), que con los años terminaría transformándose en una auténtica némesis
de nuestros héroes.
Durante
la década del 40, los estudios cinematográficos Columbia Pictures pusieron sus
codiciosas zarpas sobre el héroe de Ciudad Gótica, sacando al ruedo dos seriales.
El
primero de ellos, que constaba de 15 episodios, fue dirigido por Lambert
Hyllier y estuvo protagonizada por Lewis Wilson y Douglas Croft. El segundo,
conocido como New Adventures of Batman & Robin, fue dirigido por Spencer
Bennet y protagonizado por Robert Lowery y John Duncan. Ambos seriales gozaron
de éxito durante las décadas del 40 y 50.
Corría
la década del 60, época en que el movimiento Hippie y el Pop Art penetraron
cual cuchillo afilado en la rígida moral del pueblo norteamericano al compas de
la música de Los Beatles y las bombas que caían sobre Vietnam, cuando el
productor William Dozier y la Greenway Productions tuvieron una idea que se
transformaría en la punta de lanza de uno de los hitos culturales más
importantes de esa década.
En
Enero de 1966 la cadena televisiva ABC puso en la pantalla chica, con el
pegadizo y machacante tema musical de Neal Hefti, la serie llamada Batman. La
misma estaba compuesta de dos emisiones semanales de media hora de duración que
conformaban un único episodio dividido en dos capítulos. En el final del primero,
nuestros héroes caían invariablemente en una trampa tan ridícula como mortal (“¡No
se pierdan el próximo capítulo a la misma batihora por el mismo baticanal!”),
para luego terminar escapando en una forma igual de ridícula en el capítulo
siguiente.
En
el papel de los justicieros enmascarados estuvieron implicados dos actores poco
menos que conocidos. El primero de ellos era Adam West (William West Anderson -1928),
un actor de medio pelo que había trabajado en varias series televisivas como
Maverik y Los Detectives (junto a Robert Taylor) y haciendo un “muy” pequeño
papel en una poco conocida película de ciencia ficción llamada Robinson Crusoe
en Marte (Robinson Crusoe on Mars -1964-). A él le tocó representar el papel
del millonario Bruce Wayne (conocido en los países de habla hispana como Bruno
Díaz) el cual combatía al crimen bajo el alter ego de Batman.
La
otra parte del equipo era todavía más desconocido que el anterior, ya que no
tenía antecedentes actorales. Se trataba de Burt Ward (Bert “Sparky” Gervis -1946)
que, casi por casualidad se presentó en el casting y terminó consagrándose como
“el joven pesadilla”/Ricardo Tapia.
“¡¡Santos
Tujes Batman!!”
Acompañándolos,
había un casting de actores secundarios fijos que formaron parte de este
estrambótico batiuniverso, a Alan Napier le toco la suerte de representar el
papel del fiel mayordomo Alfred.
Para evitar los constantes comentarios sobre la supuesta homosexualidad del dúo dinámico, Madge Blake encarnó a la eternamente idiota Tia Harriet (que permanecía obstinadamente ajena a los ires y venires de sus “¿sobrinos?”).
Las fuerzas policiales de la sufrida Ciudad Gótica estaban a cargo del Comisario Fierro (Neil Hamilton), que lo único que sabía hacer bien era levantar el tubo del batiteléfono para pedir ayuda a quien ya se imaginan, y el Jefe O´Hara (Stafford Repp), un nabo con menos autoridad que un sargento del Ejército de Salvación.
Para evitar los constantes comentarios sobre la supuesta homosexualidad del dúo dinámico, Madge Blake encarnó a la eternamente idiota Tia Harriet (que permanecía obstinadamente ajena a los ires y venires de sus “¿sobrinos?”).
Las fuerzas policiales de la sufrida Ciudad Gótica estaban a cargo del Comisario Fierro (Neil Hamilton), que lo único que sabía hacer bien era levantar el tubo del batiteléfono para pedir ayuda a quien ya se imaginan, y el Jefe O´Hara (Stafford Repp), un nabo con menos autoridad que un sargento del Ejército de Salvación.
Los
episodios estuvieron dirigidos por Robert Butler, Norman Foster, Tom Gries,
George Waggner y Leslie H. Martinson, en tanto que los guiones corrieron por
cuenta de Lorenzo Semple Jr. Este escritor, que también estuvo implicado en los
guiones de películas como Papillón, Flash Gordon, 007: Nunca Digas Nunca Jamás
y Los 3 Días del Condor, supo plasmar a la perfección un muy buen humor y un
sentido de inocencia desenfrenada que no pasó desapercibida para todos aquellos
que veían la serie.
Otro
de los guionistas fue Stanley Ralph Ross, el cual creó al Cascarón (que fue
protagonizado por Vincent Price) y desarrolló los mejores episodios de
Catwoman, en donde se hacía hincapié a la tensión sexual existente entre esta y
el hombre murciélago.
Dichos
argumentos eran inocentes, ridículos, moralistas y graciosos a un grado
extremo, rescatando de manera magistral el espíritu Camp que caracterizó a esa
época. El tiempo se encargó de demostrarnos que, a pesar de no parecerlo, los
mismos eran sumamente inteligentes.
La
dirección de cámaras poseía una estética visual totalmente original, como por
ejemplo los sugerentes planos inclinados en las escenas en las que aparecían
los villanos y los chillones colores propios del universo de los comics (todo
ello se debió a la dirección artística de Serge Krizman), con un Batman gordito
y bonachón yendo de aquí para allá y repartiendo mamporros a los malos que le
tocaba en suerte luchar.
Una
mención aparte la merecen los malos, pues los mismos terminaron transformándose
en un auténtico pilar de la serie al ser interpretados por varios pesos pesados
de la actuación.
Entre
los más conocidos podemos nombrar a
-Cesar Romero (El Guasón/Joker)
-Burgess Meredith (El Pingüino)
-Frank Gorshin (El Acertijo)
-Julie Newmar (Gatúbela/Catwoman)
-George Sanders (Mr. Freeze)
-John Astin (El Acertijo)
-Anne Baxter (Zelda)
-Malachi Throne (Falsafaz)
-Victor Buono (Rey Tut)
-Van Johnson (El Trovador)
-Shelley Winters (Ma Parker)
-Carolyn Jones (Marsha, la reina de diamantes)
-Cliff Robertson (Shame)
-Joan Collins (La sirena Lorelei)
-Otto Preminger (Mr. Freeze)
-David Wayne (El Sombrerero)
-Elli Wallach (Mr. Freeze)
-Eartha Kitt (Gatúbela/Catwoman)
-Roddy Mc Dowall (El Bibliógrafo)
-Art Carney
(El Arquero)
-Liberace (Chandell/Harry)
-Michael Rennie (Doromido/Sandman)
-Roger C. Carmel (Coronel Gomma)
-Tallulah Bankhead (Viuda Negra)
-Milton Berle (Luis El Lirio)
-Barbara Rush (Nora Clavícula)
-Ida Lupino (Doctora Cassandra)
-Zsa-Zsa Gabor (Minerva)
-Vincent Price (El Cascarón).
-Cesar Romero (El Guasón/Joker)
-Burgess Meredith (El Pingüino)
-Frank Gorshin (El Acertijo)
-Julie Newmar (Gatúbela/Catwoman)
-George Sanders (Mr. Freeze)
-John Astin (El Acertijo)
-Anne Baxter (Zelda)

-Victor Buono (Rey Tut)
-Van Johnson (El Trovador)
-Shelley Winters (Ma Parker)
-Carolyn Jones (Marsha, la reina de diamantes)
-Cliff Robertson (Shame)
-Joan Collins (La sirena Lorelei)
-Otto Preminger (Mr. Freeze)
-David Wayne (El Sombrerero)
-Elli Wallach (Mr. Freeze)
-Eartha Kitt (Gatúbela/Catwoman)
-Roddy Mc Dowall (El Bibliógrafo)

-Liberace (Chandell/Harry)
-Michael Rennie (Doromido/Sandman)
-Roger C. Carmel (Coronel Gomma)
-Tallulah Bankhead (Viuda Negra)
-Milton Berle (Luis El Lirio)
-Barbara Rush (Nora Clavícula)
-Ida Lupino (Doctora Cassandra)
-Zsa-Zsa Gabor (Minerva)
-Vincent Price (El Cascarón).
También
es de destacar la aparición de numerosos artistas en las famosas ventanas,
cuando los encapotados subían por la pared de algún edificio. Entre ellos
podemos destacar a Bruce Lee (en su personaje de Kato), Van Williams (como El Avispón Verde), Jerry
Lewis, Sammy Davis Junior y Edward G. Robinson.
Otra
de las grandes bazas fueron sin duda los adminículos tecnológicos usados por el
dúo dinámico para poder llevar a cabo su valerosa misión. Entre ellos estaba el
baticinturón (en donde guardaba todo tipo de implementos), la Baticomputadora
(a la que le ponías un zapato o un calzoncillo y vaticinaba que crimen se iba a
cometer) y, por supuesto, el increíble Batimovil.
Originalmente,
dicho vehículo era un Ford Lincoln prototipo perteneciente al diseñador de
autos George Barris. Debido a que los tiempos de estreno eran muy apretados, la
producción se vio obligada a comprar por muy alto precio este auténtico
armatoste cuya velocidad no excedía los 15 kilómetros por hora. Para subsanar
este problema, las tomas se hacían en cámara lenta de modo tal que, al pasarla
a velocidad normal, parecía que el Batimovil se movía gran velocidad.
Hacia
finales de la primera temporada, el dúo dinámico se enfrentó al Guasón, El
Acertijo, El Pingüino y Gatúbela ( interpretada por Lee Meriwetter) pero
esta vez fue en la pantalla grande. La película Batman, producida por William
Dozier, fue dirigida por Leslie H. Martinson y guionizada por Lorenzo Semple
Jr., que trasladó el espíritu de la serie a un film de hora y media de
duración.
Para serles sincero la película no es precisamente la joya de la cinematografía, pero… ¿Quién puede olvidarse del tiburón de goma prendido a la pierna de nuestro héroe y el oportuno uso del batirepelente? Sin dudas una joya de lo bizarro.
Para serles sincero la película no es precisamente la joya de la cinematografía, pero… ¿Quién puede olvidarse del tiburón de goma prendido a la pierna de nuestro héroe y el oportuno uso del batirepelente? Sin dudas una joya de lo bizarro.
Hacia
finales de la segunda temporada, la audiencia comenzó a caer y para 1967 la
serie tomó el formato de un capítulo único semanal. Los costos disminuyeron y
ello terminó resintiendo a los efectos especiales utilizados en la misma.
En
la tercera temporada, con el fin de devolver el interés de la alicaída serie,
la batifamilia se vio agrandada con la llegada de la voluptuosa y curvilínea
Yvonne Craig que se encargó de personificar a Batichica, una joven heroína con
motocicleta y minibaticueva propia que se transformaría en una nueva aliada en
la lucha contra el crimen.
A
pesar de todo ello, la suerte de la serie estaba echada. Luego de una nada
despreciable cantidad de 120 episodios, Batman sería finalmente cancelada en
marzo de 1968.
Durante un tiempo estuvo yacente la idea de reflotarla, por parte del propio Adam West y el productor, para luego asistir consternados al hecho de que todos los decorados habían sido desarmados en su totalidad.
Durante un tiempo estuvo yacente la idea de reflotarla, por parte del propio Adam West y el productor, para luego asistir consternados al hecho de que todos los decorados habían sido desarmados en su totalidad.
A
pesar de todos esos contratiempos, la serie no se perdió en las brumas del
olvido. Varios años después de su cancelación, los capítulos de Batman fueron
sindicados, lo cual permitió que la misma fuera distribuida por todo el mundo.
El tiempo y la nostalgia se encargaron de convertirla en un auténtico clásico.
El tiempo y la nostalgia se encargaron de convertirla en un auténtico clásico.
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¡MUERAN DE ENVIDIA BATIFANÁTICOS! ESTA ES LA FOTO QUE ME AUTOGRAFIÓ EL MISMÍSIMO ADAM WEST EN FANTABAIRES 97 ¡BWAJAJAJAJA! |
Es
evidente que el Batman de la década del 60 se transformó en todo un referente
para toda una generación de argentinos. Prueba de ello fueron los cientos de
fans que hicieron cola (yo incluido) para obtener una sencilla firma, cuando
Adam West nos visitó en Fantabaires 97. Todos nos sorprendimos al encontrarnos
con un tipo sumamente divertido, que incluso se dio el gusto de bailar el
“Batussi” en el escenario para beneplácito de todos los concurrentes.
A
pesar de todos los años que han transcurrido desde su estreno en las pantallas
de la televisión, Batman y su compañero Robin continúan patrullando las calles
de Ciudad Gótica librándola de los locos villanos que la amenazan… y todo ello
al compás de una conocida música.
¡¡Batman!! ¡¡taradadadadadadada!! ¡¡Batman!! ¡¡ taradadadadadadada!! ¡¡BATMAN!! ¡¡BATMAN!! ¡¡BATMAN!!