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sábado, 9 de septiembre de 2017

COMICOPOLIS IV: EL REGRESO

A la larga o a la corta todo vuelve, y fue así como una nueva edición de Comicópolis regresó a nuestra realidad cotidiana luego de más de un año de ausencia, despertando a su paso la sonrisa del niño que habita desde tiempos inmemoriales en mi interior.

En este artículo no voy a discutir de si antes era gratis o no… o sobre los precios de la entrada… o que, cuando era gratis, se pagaban con nuestros impuestos fueras o no… ni siquiera quiero preguntarme cuanto nos salía eso que decían que era gratis. Nada de eso.

Lo que pienso hablar en este artículo es sobre Comicópolis como el evento socio-cultural en el que ha sabido convertirse, ya que desde su concepción misma tuvo la gran virtud de permitir juntar a toda una marea de locos lindos, entre los que me incluyo, que aman entrañablemente el vasto universo de la historieta, tanto en su faz nacional como internacional.

Entusiasmo ante el hecho de poder ir los tres días que duraba esta convención y tratar de estar al lado de los grandes invitados que participaron en la misma, ya que en años anteriores (por motivos personales) mi presencia debía conformarse con ir un solo día, dirigí mi cansada humanidad hacia el predio de La Rural que se halla ubicado en el barrio de Palermo. 

Y fue así como, apenas traspuesto el umbral, volví a ser ese chico que había sido unas cuantas décadas atrás.

Había mucho para ver y disfrutar… había muchas charlas para ser escuchadas… tenía numerosas revistas que debían ser firmadas… había mucho material para ser comprado. Una tarea harto difícil pero que gustosamente me hallaba dispuesto a enfrentar… y hacia allí me dirigí.

Numerosos fueron los artistas que hicieron su presencia en Comicópolis, tantos que me fue imposible verlos a todos, algunos por no coincidir con los horarios y otros porque me eran totalmente desconocidos, pero todo eso no impidió que miles de fans se agolparan  en los pasillos, en cada una de las presentaciones, en los espacios de firma o en los talleres que fueron dictados por lo más granado de los representantes de la historieta.

En el plano internacional tuvimos cuatro invitados de gran importancia que, con muy buena onda y gran predisposición para bancarse a la legión de admiradores que se les tiraban poco menos que encima para ganarse una firma, hicieron las delicias de todos aquellos que amamos este tipo de arte tan especial.

SIMON BISLEY

No cabe duda que este dibujante inglés fue el más esperado por quien les escribe. Su vasta labor artística, que incluyen personajes tan míticos como Batman, Juez Dredd, Lobo y Alien, ha sabido imponer una muy particular impronta que lo ha transformado en toda una leyenda de los comics.

A nivel personal puedo decirles que es un tipo recontramacanudo, que se paró a charlar o bromear con cuanta persona se acercara a él para pedirle una firma o una foto. En mi caso, aparte de hacerle firmar Juez Dredd/Batman y otras publicaciones en las cuales participó, tuve la oportunidad de pararlo en uno de los pasillos para poder sacarnos una selfie, a la cual accedió más que gustoso. 

¡Un grosso total con olor a cerveza!


So quieren saber algo más sobre la labor artística de Bisley, presionen aca.

TRINA ROBBINS

Esta mítica guionista y dibujante tendría la oportunidad de convertirse en la primera mujer en dibujar a Wonder Woman para la Editorial DC Comics durante las décadas del 80 y 90.

También ha realizado una gran labor como historiadora sobre el rol de la mujer en el mundo de los comics, escribiendo varios libros al respecto, como los fueron A Century of Women Carttonist, The Great Woman Superheroes y From Girls to Grrlz: A History of Women´s Comics from Teens to Zines.

No cabe duda alguna que Trina Robbins es una hermosa mujer de un carácter muy amable que se permitió el tener una pequeña charla con este escriba, cuando se sorprendió ante la Comics Book Artist que le puse a la firma, en la cual se encontraba un reportaje que le habían hecho unos cuantos años atrás. 

La conversación llevada adelante, ella en una mezcla de castellano/inglés por parte de ella y yo de inglés/castellano, se convirtió en una situación aterradoramente divertida.

YOICHI TAKAHASHI

Los fans del manga y el anime estaban que deliraban ya que el padre de Los Supercampeones había arribado a la República Argentina.

La historia del capitán Tsubasa vio la luz en la revista Shönen Jump hacia fines de la década de 70, cuando este dibujante japonés visitó la Argentina para asistir al Mundial de Futbol. Alentado por el mismísimo gobierno nipón, crearía la saga que se transformaría en todo un referente de la historieta japonesa dedicada al deporte por antonomasia. 

Esta historia terminaría transformándose, en los 80, en uno de los animes más populares que, incluso, trascendería las fronteras hacia el resto del mundo.

En mi caso, sacando cosas muy puntuales como la obra de Osamu Tezuka, Katsushiro Otomo o Hayao Miyasaki, Cowboy Bebop, Robotech y poco más, no soy un adicto del manga y el anime llegado desde esas lejanas tierras. Aun así tuve la suerte de tenerlo frente a frente al pibe este, por lo que pude sacarle una foto. 


¡Kite itadaki arigatōgozaimasu!


JEAN YVES FERRI

Nacido en Algeria en 1959, Ferri fue el cuarto gran invitado de esta nueva edición de Comicópolis. Este guionista y dibujante se hizo mayormente conocido cuando fue elegido para continuar con la historia del guerrero galo más famoso de la historia del comic francés: Asterix.

Desafortunadamente, no tuve la oportunidad de leer ninguno de los trabajos del mismo y, a menos que sea una genialidad, no me siento mayormente entusiasmado por hacerlo. El espíritu del tanden Albert Uderzo-René Goscinny se ha encargado marcar muy profundamente mi pasión por este comic llegado de las tierras europeas. 


En lo que respecta a los invitados nacionales, la mayor parte de los creadores presentes en la convención, algunos más conocidos que otros, se encargaron de mostrarnos todo el talento del cual son poseedores.

Entre ellos podemos nombrar a Maitena, que ofició como madrina de la muestra, una artista cuyos trabajos pueden ser apreciados en revistas y diarios como Humor, Sex Humor, Fierro, Makoki, Para Ti La Nación. También publicó un par de libros que recopilan gran parte de su obra gráfica: Lo Mejor de Maitena y Lo Peor de Maitena.

Tampoco podemos olvidar otros dibujantes, guionistas y animadores que se hicieron presentes, como Fernando Calvi (¡Zap!, El Maquinista del General y Punto Rojo), Ayar B (Mercano El Marciano y El Niño Malcriado), Chanti (Las Aventuras de Facu y Café con Leche, Yoco Yaca y Misión +Cota), Diego Greco (Tiburcio, Bad Dog y Fuerza Mosca), El Bruno (Pepino, el muñeco vudú), Ignacio Noe (Oxido), Isol (Vida de Perros, Petit, el monstruo y Un Regalo Sorpresa), Julieta Arroquy (¡Oh, no! Me Enamoré, El Tango es Puro Cuento y Ofelia), Lauri Fernandez (Tupamaros: La Fuga, Tuya y El Pozo), María Alcobre (Ed. De la Urraca), Javier Rovella (Niki y Miko, Ferreópolis, Pareja y Cebita, La Brunella), Santiago Caruzo (Jane Eyre, El Horror de Dunwich, El Rey de Amarillo y La Condesa Sangrienta) y Szoka.

Una mención aparte se la merece Luciano Vecchio, un sorprendente ilustrador cuyos trabajos se caracterizan por su línea clara y el detallado preciosismo presentes en los mismos, en donde nos son mostrados personajes imbuidos de un gran dinamismo y que se hallan muy emparentados con la animación. 

En mi caso, no había tenido la oportunidad de conocerlo anteriormente por lo que fue una auténtica sorpresa ser testigo de su enorme talento. Prueba de ello es el hermoso dibujo de Wonder Woman que me hizo, el cual colgará orgullosamente en una de las paredes de mi casa.

Quien realmente se llevaría todos los laureles y toda la emoción del público fue nada más ni nada menos que el genial Joaquin Lavado (Quino), el papá de la mítica Mafalda, quien de manera sorpresiva hizo su presencia en el día de inauguración de Comicópolis con el fin de poder ver la muestra que se había realizado sobre una pequeña parte de su vastísimo quehacer artístico.

La suerte, o ese extraño suceso que rige nuestras vidas y que conocemos como destino, hizo que tuviera frente a frente a ese entrañable creador, generándome una extraña emoción al recordar todo lo que he disfrutado leyendo sus trabajos desde mi muy lejana infancia.

La muestra a la que hago mención fue una extraña amalgama entre sus dibujos y arte 3D llamado Las Máquinas de Quino. En la misma fueron representadas algunas de las extrañas maquinarias que el maestro dibujó para algunos de sus chistes. 

Para muestra basta un botón… o en este caso las fotos que se encuentran a continuación.

STAR WARS 40 AÑOS: UNA HISTORIETA DE PELICULA

Aún recuerdo ese año cuando, en las pantallas del extinto cine Luxor y con sonido sensurround, vi pasar casi sobre mi cabeza un gigantesco crucero imperial.

Aún recuerdo mi cabeza explotando ante esa aventura espacial en la cual un grupo de rebeldes debía medir sus fuerzas ante el malvado Imperio, con el siniestro y temible Darth Vader a la cabeza.

Aún recuerdo que fue en ese mismo momento en que me di cuenta que el cine de ciencia ficción nunca volvería a ser el mismo.

Afortunadamente, aún recuerdo el nacimiento del mito de Star Wars.

En la muestra dedicada a este universo tan increíble, el público asistente tuvo la oportunidad de apreciar los trabajos originales realizados por Ariel Olivetti, Claudio Aboy y Omar Francia para la franquicia. Una muestra totalmente imperdible para todo fan del cine y de los comics que se precie de serlo.

Pero los festejos espaciales no terminaron allí ya que hubo cosplays de muy buena calidad que se encargaron de representar a algunos de los personajes más icónicos de la saga como lo son R2D2, Chewbacca, La princesa Leia, Jedis, Los Stormtroopers y Darth Vader.

También tuve la oportunidad de asistir a una charla/reportaje llevada adelante por Andrés Accorsi a Claudio Aboy y Omar Francia quienes, con gran humildad y simpatía, nos contaron sus anécdotas de cómo habían llegado a trabajar para los Estudios Lucas Film, la Disney y la editorial Dark Horse.

En el caso de Omar Francia, un enorme artista que es casi desconocido en nuestras tierras, el mismo viene dibujando para el exterior desde hace unos cuantos años. Sus trabajos fueron publicados en las más importantes editoriales del mercado norteamericano como lo son Dark Horse, Image, DC Comics y Avatar

Sus trabajos llevados a cabo en el universo pergeñado por George Lucas fueron Star Wars: Legacy y Star Wars: The Force Unleashed II. Por fuera de esa franquicia podemos nombrar a Mass Effect, Legend of the Dark Knight, Aftershock Genesis y Volition.

En lo que se refiere a Claudio Aboy, comencé a conocerlo en varias de las convenciones a las cuales tuve la oportunidad de asistir e incluso me firmó una copia de una ilustración del Capitán América que ahora cuelga sobre una de las paredes del comedor cual si fuera un Dali o un Rembrant. Allí conocí a un tipo macanudo y nada engreído, teniendo en cuenta su vasta e importante trayectoria en el exterior. 

Claudio nos contó, de manera muy graciosa, como fue su primer contacto con Lucas Film/Disney, ya que al recibir la invitación para dibujar creyó que era algún amigo que le hacía una broma o algún chanta que quería robarle algún original. Tuvieron que escribirle una carta, con la firma de George Lucas incluida, para poder convencerlo de la gran oportunidad que se le estaba dando.

Acá les va una pequeña muestra de todo el amor y la pasión generado por la saga creada por George Lucas 40 años atrás. ¡Que la fuerza nos acompañe!



Otras de las muestras presentes en la convención fue la llevada adelante por la revista Barcelona,  bajo la égida de La Libertad del Dibujo, en contra de la manipulación de la información y la censura llevada a cabo por todos los gobiernos de turno que han hecho escala en nuestro sufrido país.

Por otro lado se encontraba Continum 4, una más que interesante muestra alrededor de una de las historietas de ciencia ficción más importante de la Argentina: El Eternauta. Hace un par de años tuve la oportunidad de verla en Tecnópolis y realmente me fascinó esa idea tan particular. 

La misma estaba conformada por recuerdos de los sobrevivientes de la invasión, fotografías, maquetas y un falso documental retratando lo sucedido hace más de 60 años. Lamentablemente, esta era una pequeña muestra de lo que había visto unos años atrás, con apenas un par de vitrinas y el documental nombrado más arriba.

Como dato anecdótico les cuento que, mientras miraba ese video, una mujer se me acercó y me pregunto entre sorprendida y asustada cuando había acontecido todo eso, ya que ella no recordaba haberlo leído en ningún libro de historia. Mi lado maligno estuvo más que tentado a contarle que ese evento había sido censurado en los libros, debido a las implicancias psicológicas o el stress de la post-guerra suscitadas por una invasión extraterrestre a la vieja Buenos Aires. 

Finalmente primó mi maldito lado bueno.

MUNDO COSPLAY

Realmente me sentí sorprendido ante el crecimiento de esta tan fascinante movida cultural. 

De cartulinas mal diseñadas, máscaras de plástico berreta y ropas imitando de manera burda algún uniforme a auténticos todo esto fue evolucionando hacia trabajos de una artesanía tal que me dejaron totalmente pasmado, dándome a entender que el cosplay argentino había crecido a pasos agigantados.

Sin vergüenza alguna y homenajeando a sus personajes favoritos, estos locos lindos posaban con total simpatía ante cualquiera que les pidiera el poder sacarles una foto, transformando a Comicópolis en una auténtica fiesta de color y alegría para todos los asistentes.

Presentado por Glory Lamothe, una reconocida estrella del cosplay, fue organizado un importante concurso en donde el premio principal era un viaje a Tokyo durante las fiestas de Halloween. Por supuesto que estuve allí presente.

¡Larga vida al Cosplay!




Como toda convención que se precia de serlo, Comicopolis tuvo cosas buenas, malas y feas.

Lo bueno: 

-La buena onda de los invitados, tantos nacionales como extranjeros, que firmaron y posaron para la foto de quienes se lo pidieran… yo incluido.

-Que esta fiesta se celebró en un lugar sumamente accesible para el público asistente. No niego que Tecnópolis es muy lindo, pero llegar hasta allí era una auténtica odisea.

-Algunas de las bellas y sensuales cosplayers que pululaban por ahí y que se encargaba de deleitar los lascivos ojitos de los varones que se hallaban presentes… yo incluido.

-El poder conocer a un amigo de Facebook: Julio Paz y también a su hijo..."El Heredero", dos grandes fans de los comics que dejaron de ser ubicuas entidades virtuales para adquirir carne y alma. ¡Gracias por brindarme su amistad!

-El encontrarme cara a cara con Quino... pura emoción.

-La enorme cantidad de comics, libros, muñecos y otras cosas que encendieron mi pasión de coleccionista.

Lo malo:

-Que a veces no informaban quienes estaban presentes en la convención. Yo, por lo menos, ni me enteré que Quique Alcatena había estado presente en uno de los stands. ¡¡¡GRRRRRR!!!

-Aquellos que, luego de ser avisados que no perdieran el tiempo charlando con los autores para que así todos tuvieran la oportunidad de ver firmados sus ejemplares, perdían el tiempo charlando y retrasando la cola. ¡Los argentinos no tenemos remedio!

-Que un agua de ½ litro te la cobren 55 mangos y un sanguche de porquería entre 120 y 160. ¡Ladrones de caminos!

-La música que, muchas veces, resultaba ser excesivamente atronadora.

-La enorme cantidad de comics, libros, muñecos y otras cosas que tuvieron la virtud de dejar muy magros mis bolsillos. 

Lo feo:

-El clima de porquería que fue ese fin de semana. El sábado un calor que te derretía y el domingo lluvia torrencial. ¡Menos mal que estábamos bajo techo!

-La enorme cantidad de comics, libros, muñecos y otras cosas que no pude comprar por quedarme sin capital.


Por fin, luego de tres días de sentirme un chico embelesado ante tanta maravilla, el adulto que había yacido dormido volvió a despertarse para hacerme recordar que debía volver a la realidad de mi existencia cotidiana. 

Atrás quedaron los Spider-Man, los Batman, los Aliens y los Darth Vader. La fría furia de la ciudad me recibió con marcada inclemencia, pero poco me importo todo eso. Con la mochila cargada de comics firmados y otros comprados, le planté cara a esa realidad y una sonrisa del más puro placer se hizo presente. Una sonrisa que jamás moriría.

Era la sonrisa de ese niño que habitaba dentro de mí. 
¡¡NOS VEMOS EL AÑO QUE VIENE EXECRABLES SERES HUMANOS!!

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