“Ultraman, Ultraman, Ultraman
va a llegar
Ultraman, Ultraman, emociones
nos dará
De un mundo a 100 millones de
kilómetros llegó...
a través de un cielo azul,
nuestro héroe Ultraman.”
Tema presentación de
Ultraman (1966)
En mi tierna infancia no existían ni el cable, ni los 1821.4
canales que tenemos en la actualidad, con por lo menos 6 o 7 dedicados a los
chicos…
Tampoco había controles remotos ni televisores a color más
inteligentes que muchos seres humanos. Mucho menos DVDs o Blue Ray que
recopilaran todas nuestras series y películas favoritas.
¡Y ni hablemos de You Tube, HD, 3D, HFR y otras
parafernalias tecnodigitales!
En esa querida infancia que tuve la suerte de vivir me
faltaban muchas cosas que ahora son moneda corriente... pero aun así me
divertía de lo lindo.
En aquellos tiempos primitivos,
cuando los videojuegos ni siquiera formaban parte de las historias de ciencia
ficción y una computadora era un armatoste que ocupaba el vasto subsuelo de
alguna oscura universidad de los EEUU, me juntaba todas las tardes con mis
amigos del barrio para disfrutar la emisión de series tan espectaculares como El Capitán Marte y el XL5, Viaje al Fondo del Mar, Los Thunderbirds, El Túnel del Tiempo, Viaje a las Estrellas o La Dimensión Desconocida, para luego
jugar a que éramos algunos de esos héroes televisivos que tanto admirábamos.
Palos
de escoba, pedazos de cartulina recortada y algún que otro juguete de plástico
sobreviviente de la navidad se veían irremediablemente transformados en parte
de nuestras aventuras.
Faltaba tecnología. Sobraba
imaginación.
Entre las muchas series que
pululaban por los míseros cuatro canales que teníamos (“¡Si chicos, cuatro!”) había
una que aun recuerdo con mucho cariño. La misma trataba de un extraño y
gigantesco justiciero que, enfundado en un ajustado traje de látex que lo hacía
parecer una especie de criatura anfibia o un tiburón, luchaba a brazo partido
contra terribles monstruos de goma espuma en una Tokio devastada por la destrucción.
Su nombre era Ultraman.
Corría el fin de los años 50 y
principio de los 60 cuando Tokio era ya una inmensa megápolis de 19 millones de
habitantes, muy alejada de la milenaria cultura de la preguerra que la había
caracterizado. A pesar de ese inmenso progreso sus habitantes sabían
perfectamente que esa gran capital estaba destinada desde sus inicios al
colapso, producto ello de las destructoras fuerzas de la naturaleza (léase
terremotos, maremotos Tsunamis) o del hombre mismo (léase Hiroshima y Nagasaki).
En este contexto socio cultural
nacería un género cinematográfico muy particular que sería conocido con el
nombre de Kaiju Eiga o cine de
monstruos gigantes, cuyas figuras más emblemáticas fueron el genial director Inoshiro Honda y su creación: el monstruoso
dinosaurio mutante de 50 metros de altura llamado Godzilla, el rey de los monstruos.
… y mucho de lo que hizo a la
personalidad del Kaiju Eiga se debió sin duda a la inestimable labor del
experto en efectos especiales Eiji
Tsuburaya (1901-1970).
Confeso fan del King Kong de la RKO, este estudiante de ingeniería comenzó
a trabajar como ayudante de producción en los míticos estudios de filmación Toho, para luego dedicarse al armado
de los efectos especiales de varios films bélicos. De manera casi inmediata supo
destacarse debido a su innato profesionalismo en lo que se refería a las
escenas de acción y en el cuidadoso detalle que le imponía a sus maquetas.
Su gran oportunidad llegó en 1956
debido a su intervención en la exitosa Godzilla,
a la que le seguirían otras joyas de Kaiju como lo fueron Rodan, Mothra, The Mysterians, Matango, Atragón, Battle in Outer Space, King Kong Scape y unas cuantas más, varias de
ellas dedicadas al monstruoso hijo del Japón.
Con todo ese bagaje creativo a
cuestas creó, a principios de los 60, la Tsuburaya Enterprises Inc., una empresa que se encargó de
trasladar el exitoso género de películas de monstruos gigantes a la televisión
japonesa.
A raíz del gran éxito obtenido
con la serie Ultra Q (Una suerte
de Dimensión Desconocida/Archivos X
en la que aparecían monstruos gigantes y extraterrestres… por lo general
gigantes) los estudios Tsuburaya y la Tokio Broadcasting System (TBS)
estrenaron, el 10 de Junio de 1966, el episodio piloto de Urotoraman –nombre con el que era conocido
Ultraman en oriente- el cual obtuvo un muy buen raiting de audiencia.
Alentados por la buena nueva, el
17 del mes siguiente comenzó a emitirse la serie que se encargaría de marcar a
toda una generación de teleadictos, tanto orientales como occidentales… entre
todos ellos quien les está escribiendo.
Dos esferas energéticas pasan
cerca del planeta Tierra. En una de ellas viaja el monstruo espacial Bemular, en tanto que en la otra se
halla un vigilante espacial proveniente de la Nebulosa M-78 llamado Ultraman, el cual está llevando a su
prisionero hacia un lugar en donde no resulte peligroso.
Accidentalmente, Ultraman choca
contra una nave espacial terrestre que está tripulada por un integrante de La Patrulla Científica llamado Shin Hayata (Susumu Kurobe), el cual muere en el accidente.
Apesadumbrado, nuestro gigantesco héroe decide fundirse con el cuerpo de Hayata y regresa a la Tierra con el fin de detener a las monstruosas criaturas que amenazan al planeta -portadoras de nombres tan extraños como Baltan, Gomora, Dada Gaijin, Red King, Mefilas, Zetton, Neronga, Dodongo, Kemular, Zaragas, Jirass y muchos mas que ni me acuerdo-
Apesadumbrado, nuestro gigantesco héroe decide fundirse con el cuerpo de Hayata y regresa a la Tierra con el fin de detener a las monstruosas criaturas que amenazan al planeta -portadoras de nombres tan extraños como Baltan, Gomora, Dada Gaijin, Red King, Mefilas, Zetton, Neronga, Dodongo, Kemular, Zaragas, Jirass y muchos mas que ni me acuerdo-
Con este sencillo argumento
dieron inicio los 39 capítulos de la más colorida, bizarra y maravillosa serie
de la cual tengo memoria, que se vio transformada de buenas a primeras en uno
de los iconos de la cultura pop de la época.
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-”¡¡SHU-WATCHHH!!"- |
A esta altura del artículo
ustedes se estarán preguntando ¿Quién era Ultraman?
Ultraman es parte de la Hermandad de Ultras, un grupo de poderosos
seres que viven en un planeta de luz de la Nebulosa M-78. Los mismos se
autoimpusieron la esforzada labor de defender al universo de las peligrosas
amenazas que se ciernen sobre el mismo, sobre todo con nuestro planeta.
Para realizar ese valiente
cometido nuestro héroe era poseedor de una serie de habilidades especiales,
entre las que se destacaban el rayo Specium (que emitía al poner sus brazos en
cruz), unos anillos de energía que cortaban por la mitad a sus enemigos, el
poder de vuelo (con una velocidad que llegaba a Match 5) y la habilidad de
alcanzar una altura de 40
metros .
Lamentablemente, debido a la poca
potencia de los rayos solares terrestres, Ultraman no podía mantener su forma
heroica por más de 3 minutos. Esta desventaja lo llevaba a usar sus poderes en
situaciones extremas, por lo que la mayor parte de la serie era el humano
Hayata quien aparecía.
Cuando las papas quemaban y todos los recursos de la Patrulla Científica y del ejército japonés se veían sobrepasados por el monstruo de la semana, Hayata accionaba un adminículo llamado la Cápsula Beta, la cual le permitía transformarse en el imbatible justiciero de la Nebulosa M-78.
Cuando las papas quemaban y todos los recursos de la Patrulla Científica y del ejército japonés se veían sobrepasados por el monstruo de la semana, Hayata accionaba un adminículo llamado la Cápsula Beta, la cual le permitía transformarse en el imbatible justiciero de la Nebulosa M-78.
Este tipo de programas fueron
conocidos en el medio profesional con el nombre de Tokusatsu, un género televisivo japonés en donde se mezclan la
acción, los monstruos gigantes, la ciencia ficción y los superhéroes. El
termino deriva de las palabras Tokushu Satsuei
(literalmente “Fotografía especial”) en donde se trabaja con animación y
trucos de cámara para realizar efectos especiales como los rayos y reflejos. Entre las series mas famosas de este género se destacan (aparte de Ultraman) Kamen Ryder, Super Sentai y Metal Hero,
siendo uno de sus descendientes directos los famosísimos Power Rangers.
Los efectos especiales de la
serie estuvieron a cargo de Koiti Tacano,
bajo la supervisión del mismísimo Tsuburaya, los cuales eran bastante efectivos
a pesar de ser una serie de TV y no un largometraje.
Los divertidos guiones, de corte netamente infantil, estuvieron a cargo de Shiniti Sekizawa y Massahiro Yamada y la dirección corrió por cuenta de Hajime Tsuburaya (hijo del creador) y Toshihiro Jijima, entre los más destacados.
Los divertidos guiones, de corte netamente infantil, estuvieron a cargo de Shiniti Sekizawa y Massahiro Yamada y la dirección corrió por cuenta de Hajime Tsuburaya (hijo del creador) y Toshihiro Jijima, entre los más destacados.
El reparto actoral estuvo
conformado por Akiji Kobayashi (Capitán Muramatsu), Sandayù Dokumamushi (Daisuke
Arashi), Masanari Nihei (Mitsushiro Ide), Hiroko Sakurai (Akiko Fuji), Akihide
Tsuzawa (Isamu Hoshino), Susumu Kurobe (Shin Hayata) y Satoshi Furuya
(Ultraman).
La historia de este personaje no
acabaría con el último capítulo de la serie pues, luego de su cancelación,
dieron inicio toda una gran cantidad de series Ultra, entre las que podemos
nombrar Ultraseven (1967), Ultraman Jack (1971), Ultraman Taro (1973), Ultraman 80 (1980), Ultraman Tiga (1996) y Ultraman Mobius
(2006).
Tambien se realizaron casi 30 películas y OVAS (episodios especiales que únicamente son editados en video o DVD) que nos demuestran que este mítico superhéroe aun está vivito y peleando.
Tambien se realizaron casi 30 películas y OVAS (episodios especiales que únicamente son editados en video o DVD) que nos demuestran que este mítico superhéroe aun está vivito y peleando.
En nuestro país la serie original
fue estrenada en el Canal 11
(actualmente conocido como Telefe) en el año 1969 con un éxito bastante
importante, teniendo en cuenta la gran cantidad de propuestas televisivas que
había por esos tiempos.
Incluso, llegó a publicarse de
manera simultánea una historieta en la revista Billiken, transformándose así en el primer manga que fue editado en la
Argentina. La misma estuvo realizada por Daiji Kazumine, un conocido
ilustrador de la década del 60 al que le fue encargado la realización de un
manga que acompañara a la exitosa serie televisiva.
Si bien el dibujo no es para tirarse por los balcones y los guiones se limitan a mostrarnos el monstruo de turno, el intento de la Patrulla Científica por detenerlo (una acción generalmente inútiles) y la aparición salvadora de Ultraman, la misma se deja leer con agrado y bastante nostalgia para todos aquellos que hemos disfrutado las bondades de la televisión de aquellos tiempos.
Si bien el dibujo no es para tirarse por los balcones y los guiones se limitan a mostrarnos el monstruo de turno, el intento de la Patrulla Científica por detenerlo (una acción generalmente inútiles) y la aparición salvadora de Ultraman, la misma se deja leer con agrado y bastante nostalgia para todos aquellos que hemos disfrutado las bondades de la televisión de aquellos tiempos.
Actualmente los Power Ranger, sus robots gigantes y
sus monstruos estrafalarios son uno de los amos absolutos de la televisión
infantil, generando a su paso millones de dólares (o yenes) para sus creadores…
y realmente felicito el que lo hayan logrado.
Pero, a pesar de todo eso, no
debemos olvidarnos del abuelo de todos ellos... un gigantesco personaje,
vestido con un ajustado traje de látex plateado y rojo, que cada semana nos
llevaba de la mano hacia mundos de fantasía en donde los monstruos eran quizá
menos peligrosos que la mayoría de los monstruos que pueblan nuestra realidad
cotidiana, con nombres tan terribles como Corrupción, Desidia, Avaricia,
Violencia, Envidia...