En este moderno siglo XXI muy poca gente se sorprende cuando en alguna película o serie televisiva hace su aparición algún indescriptible y terrible monstruo, lleno de dientes afilados, pústulas supurantes y garras chorreantes de sangre cual si fuera una entidad real.
La gran parafernalia puesta al servicio de los efectos especiales y el maquillaje existentes en la actualidad se ha encargado de hacer posible cualquier cosa que pueda llegar a ser imaginada por los enfermos cerebros de los guionistas y las buenas (o malas) habilidades de los directores encargados de llevar a buen término una producción.
Ya nadie, ni siquiera un pequeño niño, se asusta demasiado ante una criatura alienígena, una momia, un zombi, un vampiro ni otros tipos de bichos, sean estos de origen extraterrestre, infernal o genético, que puedan ser inventados en estos últimos tiempos.
Pero no siempre ha sido así, ya que hubo otras épocas (cuando era un inocente párvulo) en las cuales no existían las computadoras de alta tecnología ni los materiales de maquillaje tal cual los conocemos… pero aun así disfrutábamos todas y cada una de las cosas que veíamos tanto en las pantallas de cine como, sobre todo, las de la televisión.
Todo ello se debió a la labor de notables guionistas, productores y directores quienes, haciendo gala de un excelente manejo de climas, luces y cámaras, lograron tener éxito en el dificultoso arte de asustar a un público que se hallaba más que ávido de disfrutar emociones fuertes.
Al hablar de todo esto no podemos dejar de lado al cine y la televisión argentina de las décadas del 50 y 60, de pocos recursos pero mucho ingenio, que nos ofrecieron toda una pléyade de grandes producciones englobadas dentro del género de terror, las cuales estarían protagonizadas en su mayor parte por el mejor maestro de este muy apreciado género.
Este genial actor, productor y director nació en el pueblo asturiano de Sama de Langreo (España) el 28 de agosto de 1912 y era hijo de los cantantes de zarzuela Narciso Ibáñez Cotanda y Consuelo Menta Agreda.
Desde pequeño mamó de las fuentes artísticas de sus progenitores, cuando a los 8 días de vida debutó en el teatro Campos Eliseos de Bilbao, en brazos de la actriz cómica Carola Ferrando. A los 5 años, con el nombre de “Narcisín”, comenzó a trabajar con sus padres en España, Cuba, México, Centroamérica, Argentina y los EEUU.
En el poderoso país del norte tendría la fortuna de conocer nada menos que a Lon Chaney (1883-1930), el famoso actor del cine mudo que había protagonizado numerosos films, entre ellos El Fantasma de la Opera (The Phantom of the Opera-Rupert Julian -1925) y El Jorobado de Notre Damme (The Hunchback of Notre Damme- Wallace Worsley- 1923). Los increíbles efectos de maquillaje, creados por el propio Chaney, impresionaron vivamente al joven Ibáñez Menta y le sirvieron para encaminar sus pasos hacia lo que sería su futuro actoral.
En 1931 se instaló en Buenos Aires, comenzando a trabajar en obras de teatro como El Doctor Jeckyll y Mr. Hyde y El Fantasma de la Opera, donde realizaría sus primeras caracterizaciones y maquillajes. Tres años más tarde, se casaría con la actriz Pepita Serrador, con la cual tendría a su único hijo: “Chicho” Ibañez Serrador.
Su gran oportunidad llegó de la mano de la industria del cine, trabajando en nada menos que 45 películas de las mas variadas temáticas. La primera de ellas fue Una Luz en la Ventana (1942 –Manuel Romero) en la que hizo el papel de un científico loco, que padecía acromegalia, junto a Irma Córdoba.
Entre la multitud de producciones en las cuales participó podemos nombrar: Historia de Crimenes (1942-Manuel Romero), El que Recibe las Bofetadas (1947-Boris H. Hardy), Corazón (1947-Carlos Borcosque), Cuando en el Cierlo Pasen Lista (1945-Carlos Borcosque) , Almafuerte (1949-Luis Cesar Amadori), La Bestia debe Morir (1952-Roman Viñol Barreto), Tres Citas con el Destino (1954-Leon Klimovsky/Florian Rey/Fernando de Fuentes) y Cinco Gallinas y el Cielo (1957-Ruben Cavallotti), esta última una sátira fantástica en que algunas personas comían una gallinas inoculadas con una droga llamada “Audacina”.
Una mención aparte merece la que quizá sea una de las mejores películas realizadas por Enrique Carreras, aunque las malas lenguas dicen que los verdaderos mentores del proyecto fueron Don Narciso y su hijo “Chicho” Ibáñez Serrador (bajo el seudónimo de Luis Peñafiel), conocida como Obras Maestras del Terror (1959).
Este film adapta de manera magistral tres grandes obras pertenecientes al escritor norteamericano Edgard Allan Poe (1809-1849) –El Extraño Caso del Señor Valdemar, La Barrica del Amontillado y El Corazón Delator- y contó con la actuación de Narciso Ibáñez Menta (que compuso tres papeles diferentes), Carlos Estrada, Ines Moreno, Osvaldo Pacheco, Silvia Montanari, Adolfo Linvel, Mercedes Carreras y Narciso “Chicho” Ibañez Serrador.
Esta obra fundamental del cine argentino de terror nos sorprende por sus decorados, ambientación y por el manejo de luces y sombras, que nada tiene que envidiar a las producciones extranjeras.
También son destacables los tres papeles que le tocó realizar a Ibañez Menta, cuyas caracterizaciones (sobre todo la del malvado avaro de El Corazón Delator) sorprenden gratamente a aquellas personas que tienen la suerte de poder acceder este material. Tal fue la calidad de esta producción que incluso llegó a ser vista en algunos cines de los EE.UU. con el nombre de Master of Horror, junto al film de clase B llamado The 4 D Man (1959-Irvin Yeaworth).
La década del 60, caracterizada por la irrupción de la televisión en los hogares argentinos, se encargó de mostrar al maestro del terror una nueva puerta de entrada a sus amadas aficiones.
En julio de 1960 daría inicio la emisión, en el Canal 9, de uno de los mejores ciclos de terror realizados para nuestra televisión: El Fantasma de la Opera, la obra de Gaston Leroux que ya había tenido numerosas adaptaciones cinematográficas y teatrales. Filmado en el Teatro Colon, el Cervantes, el Avenida e incluso en las cloacas de la ciudad de Buenos Aires, con un novedoso sistema conocido como Videotape, esta producción permitiría a Narciso realizar sus propios maquillajes sobre la monstruosa figura del fantasma… ¡En base a dulce de leche!
¡Mueranse de envida George Lucas, Peter Jackson, Steven Spielberg y James Cameron!
La dirección de cámara estuvo a cargo de Marta Reguera y contó con la actuación de Beatriz Días Quiroga, Alba Mujica, Beatriz Bonnet, Adolfo Linvel, Silvia Montanari, Osvaldo Pacheco y José María Langlais.
Para odio de todos los fans del terror, en la actualidad no queda ninguna prueba de esta maravilla (junto a otras, como lo fue El Muñeco Maldito) ya que los “genios” que pululan por los canales de televisión se encargaron de perder y borrar todo ese material en lugar de atesorarlo para disfrute de las generaciones futuras (¿Diganme si no es para cagarlos a patadas!)
Otro de los grandes éxitos televisivos, que incluso llegó a los 35 puntos de raiting y figuraría entre los 10 programas más vistos, fue El Hombre que Volvió de la Muerte (1969). En esta serie, cuyos guiones pertenecían al famoso Abel Santa Cruz, se cuenta la historia de Elmer Van Hess, un injustamente condenado a muerte que es revivido por el siniestro Doctor Mortensen, el cual llevará a cabo una serie de originales actos de venganza sobre todos aquellos que lo han llevado a su actual estado.
Creado y producido íntegramente por Narciso Ibañez Menta (que encarnó a la siniestra figura enmascarada y a varios personajes caracterizados) esta realización contó con la presencia de grandes figuras del quehacer artístico de esos tiempos: Erika Wallner, Susana Campos, Eduardo Rudy, Alberto Argibay, Fernanda Mistral, Alicia Verdaxagar, Romualdo Quiroga, Oscar ferrigno, Laura Bove, Fernanda Mistral y Claudio Garcia Satur.
¡Como le tenía que rogar a mi madre para que me dejara verlo! ¡Cuantas veces , terriblemente asustado por las escenas, me arrepentía una y otra vez de esos ruegos!
Lamentablemente, tal como sucedió con El Fantasma de la Opera, todo ese material se perdió en su totalidad ya que por aquellos tiempos era muy raro que se guardara alguna grabación realizada con el sistema de Videotape, y tan solo nos quedan algunas leyendas urbanas de copias guardas por algún coleccionista empedernido.
A este éxito le siguieron otros no menos importantes, como los seriales Un Pacto con los Brujos (1969), El Sátiro (1969, el paranoico complot hitleriano El Monstruo no ha Muerto (1970), Hay que Matar a Drácula (1969), la inolvidable El Pulpo Negro (1985) y algunos unitarios en el ciclo televisivo Alta Comedia (1971)
Si bien el público argentino supo apreciar su labor, fue en su país natal donde obtendría un gran reconocimiento por su obra. Junto a su hijo “Chicho” Serrador, haría el famoso y apreciado ciclo Historias para no Dormir, emitido por TVE entre 1965 y 1970, con títulos como El Muñeco, El Asfalto, El Tonel (una adaptación del cuento de Poe), La Zarpa (del cuento La Pata de Mono, de W. W. Jacobs) y El Televisor.
También en España realizó films de terror como La Saga de los Drácula (1972-León Klymovsky), Viaje al Más Allá (1982-Sebastián D´Arbo), Más Allá de la Muerte (1986-Sebastian D´Arbo) y El Retorno del Hombre Lobo (1981-Jacinto Molina) las que lamentablemente son casi desconocidas en nuestro país.
Salvo esporádicas visitas a la Argentina, en donde almorzó con la “Chiqui” Legrand (recordad amigos míos el episodio de la torta incendiada), don Narciso no volvería a actuar en nuestro país. Sus últimas apariciones fueron en 1976 con la película Los Muchachos de Antes no Usaban Arsénico (José A. Martinez Suarez) y en 1997 la telenovela conocida como Los Herederos del Poder, la cual fue emitida por el canal 9.
Tampoco podemos dejar de lado un gracioso spot televisivo protagonizado por nuestro Narciso sobre un extractor… ¡Que prometía eliminar de manera definitiva a los fantasmas del humo!
El querido maestro del horror falleció, debido a una afección cardíaca, el 15 de mayo del 2004 cuando tan solo había cumplido 91 años, dejándonos toda una herencia de films de culto y multitud de premios que galardonaron su rica existencia, entre ellos el Martin Fierro y el premio Konex.
Dueño de una voz con una particular e inquietante entonación, Narciso Ibáñez Menta –cuyo temor era el olvido de sus contemporáneos- supo manejar perfectamente los mecanismos del género del terror en base a buenos climas, ingeniosos efectos de maquillaje e impactantes golpes de efecto, que alimentaron la imaginación y los miedos de toda una generación de adictos al género, entre los que afortunadamente me cuento.
Aun recuerdo a ese asustado niño que fui. Aun me recuerdo envuelto en cobijas y estremecimientos del más puro terror, mientras miraba el terrible, supurante y deforme rostro de Elmer Van Hess. Un terrible rostro que escondía a un verdadero monstruo de la actuación. A Narciso Ibáñez Menta, el hombre que venció a la muerte.
… y quizá también al olvido.
La gran parafernalia puesta al servicio de los efectos especiales y el maquillaje existentes en la actualidad se ha encargado de hacer posible cualquier cosa que pueda llegar a ser imaginada por los enfermos cerebros de los guionistas y las buenas (o malas) habilidades de los directores encargados de llevar a buen término una producción.
Ya nadie, ni siquiera un pequeño niño, se asusta demasiado ante una criatura alienígena, una momia, un zombi, un vampiro ni otros tipos de bichos, sean estos de origen extraterrestre, infernal o genético, que puedan ser inventados en estos últimos tiempos.
Pero no siempre ha sido así, ya que hubo otras épocas (cuando era un inocente párvulo) en las cuales no existían las computadoras de alta tecnología ni los materiales de maquillaje tal cual los conocemos… pero aun así disfrutábamos todas y cada una de las cosas que veíamos tanto en las pantallas de cine como, sobre todo, las de la televisión.
Todo ello se debió a la labor de notables guionistas, productores y directores quienes, haciendo gala de un excelente manejo de climas, luces y cámaras, lograron tener éxito en el dificultoso arte de asustar a un público que se hallaba más que ávido de disfrutar emociones fuertes.
Al hablar de todo esto no podemos dejar de lado al cine y la televisión argentina de las décadas del 50 y 60, de pocos recursos pero mucho ingenio, que nos ofrecieron toda una pléyade de grandes producciones englobadas dentro del género de terror, las cuales estarían protagonizadas en su mayor parte por el mejor maestro de este muy apreciado género.
¡Señoras… señores… y porque no niños! ¡Con ustedes el amo del terror! ¡El señor Narciso Ibáñez Menta!
Este genial actor, productor y director nació en el pueblo asturiano de Sama de Langreo (España) el 28 de agosto de 1912 y era hijo de los cantantes de zarzuela Narciso Ibáñez Cotanda y Consuelo Menta Agreda.
En el poderoso país del norte tendría la fortuna de conocer nada menos que a Lon Chaney (1883-1930), el famoso actor del cine mudo que había protagonizado numerosos films, entre ellos El Fantasma de la Opera (The Phantom of the Opera-Rupert Julian -1925) y El Jorobado de Notre Damme (The Hunchback of Notre Damme- Wallace Worsley- 1923). Los increíbles efectos de maquillaje, creados por el propio Chaney, impresionaron vivamente al joven Ibáñez Menta y le sirvieron para encaminar sus pasos hacia lo que sería su futuro actoral.
En 1931 se instaló en Buenos Aires, comenzando a trabajar en obras de teatro como El Doctor Jeckyll y Mr. Hyde y El Fantasma de la Opera, donde realizaría sus primeras caracterizaciones y maquillajes. Tres años más tarde, se casaría con la actriz Pepita Serrador, con la cual tendría a su único hijo: “Chicho” Ibañez Serrador.
Su gran oportunidad llegó de la mano de la industria del cine, trabajando en nada menos que 45 películas de las mas variadas temáticas. La primera de ellas fue Una Luz en la Ventana (1942 –Manuel Romero) en la que hizo el papel de un científico loco, que padecía acromegalia, junto a Irma Córdoba.
Entre la multitud de producciones en las cuales participó podemos nombrar: Historia de Crimenes (1942-Manuel Romero), El que Recibe las Bofetadas (1947-Boris H. Hardy), Corazón (1947-Carlos Borcosque), Cuando en el Cierlo Pasen Lista (1945-Carlos Borcosque) , Almafuerte (1949-Luis Cesar Amadori), La Bestia debe Morir (1952-Roman Viñol Barreto), Tres Citas con el Destino (1954-Leon Klimovsky/Florian Rey/Fernando de Fuentes) y Cinco Gallinas y el Cielo (1957-Ruben Cavallotti), esta última una sátira fantástica en que algunas personas comían una gallinas inoculadas con una droga llamada “Audacina”.
Una mención aparte merece la que quizá sea una de las mejores películas realizadas por Enrique Carreras, aunque las malas lenguas dicen que los verdaderos mentores del proyecto fueron Don Narciso y su hijo “Chicho” Ibáñez Serrador (bajo el seudónimo de Luis Peñafiel), conocida como Obras Maestras del Terror (1959).
Este film adapta de manera magistral tres grandes obras pertenecientes al escritor norteamericano Edgard Allan Poe (1809-1849) –El Extraño Caso del Señor Valdemar, La Barrica del Amontillado y El Corazón Delator- y contó con la actuación de Narciso Ibáñez Menta (que compuso tres papeles diferentes), Carlos Estrada, Ines Moreno, Osvaldo Pacheco, Silvia Montanari, Adolfo Linvel, Mercedes Carreras y Narciso “Chicho” Ibañez Serrador.
Esta obra fundamental del cine argentino de terror nos sorprende por sus decorados, ambientación y por el manejo de luces y sombras, que nada tiene que envidiar a las producciones extranjeras.
También son destacables los tres papeles que le tocó realizar a Ibañez Menta, cuyas caracterizaciones (sobre todo la del malvado avaro de El Corazón Delator) sorprenden gratamente a aquellas personas que tienen la suerte de poder acceder este material. Tal fue la calidad de esta producción que incluso llegó a ser vista en algunos cines de los EE.UU. con el nombre de Master of Horror, junto al film de clase B llamado The 4 D Man (1959-Irvin Yeaworth).
La década del 60, caracterizada por la irrupción de la televisión en los hogares argentinos, se encargó de mostrar al maestro del terror una nueva puerta de entrada a sus amadas aficiones.
En julio de 1960 daría inicio la emisión, en el Canal 9, de uno de los mejores ciclos de terror realizados para nuestra televisión: El Fantasma de la Opera, la obra de Gaston Leroux que ya había tenido numerosas adaptaciones cinematográficas y teatrales. Filmado en el Teatro Colon, el Cervantes, el Avenida e incluso en las cloacas de la ciudad de Buenos Aires, con un novedoso sistema conocido como Videotape, esta producción permitiría a Narciso realizar sus propios maquillajes sobre la monstruosa figura del fantasma… ¡En base a dulce de leche!
¡Mueranse de envida George Lucas, Peter Jackson, Steven Spielberg y James Cameron!
La dirección de cámara estuvo a cargo de Marta Reguera y contó con la actuación de Beatriz Días Quiroga, Alba Mujica, Beatriz Bonnet, Adolfo Linvel, Silvia Montanari, Osvaldo Pacheco y José María Langlais.
Para odio de todos los fans del terror, en la actualidad no queda ninguna prueba de esta maravilla (junto a otras, como lo fue El Muñeco Maldito) ya que los “genios” que pululan por los canales de televisión se encargaron de perder y borrar todo ese material en lugar de atesorarlo para disfrute de las generaciones futuras (¿Diganme si no es para cagarlos a patadas!)
Otro de los grandes éxitos televisivos, que incluso llegó a los 35 puntos de raiting y figuraría entre los 10 programas más vistos, fue El Hombre que Volvió de la Muerte (1969). En esta serie, cuyos guiones pertenecían al famoso Abel Santa Cruz, se cuenta la historia de Elmer Van Hess, un injustamente condenado a muerte que es revivido por el siniestro Doctor Mortensen, el cual llevará a cabo una serie de originales actos de venganza sobre todos aquellos que lo han llevado a su actual estado.
Creado y producido íntegramente por Narciso Ibañez Menta (que encarnó a la siniestra figura enmascarada y a varios personajes caracterizados) esta realización contó con la presencia de grandes figuras del quehacer artístico de esos tiempos: Erika Wallner, Susana Campos, Eduardo Rudy, Alberto Argibay, Fernanda Mistral, Alicia Verdaxagar, Romualdo Quiroga, Oscar ferrigno, Laura Bove, Fernanda Mistral y Claudio Garcia Satur.
¡Como le tenía que rogar a mi madre para que me dejara verlo! ¡Cuantas veces , terriblemente asustado por las escenas, me arrepentía una y otra vez de esos ruegos!
Lamentablemente, tal como sucedió con El Fantasma de la Opera, todo ese material se perdió en su totalidad ya que por aquellos tiempos era muy raro que se guardara alguna grabación realizada con el sistema de Videotape, y tan solo nos quedan algunas leyendas urbanas de copias guardas por algún coleccionista empedernido.
A este éxito le siguieron otros no menos importantes, como los seriales Un Pacto con los Brujos (1969), El Sátiro (1969, el paranoico complot hitleriano El Monstruo no ha Muerto (1970), Hay que Matar a Drácula (1969), la inolvidable El Pulpo Negro (1985) y algunos unitarios en el ciclo televisivo Alta Comedia (1971)
Si bien el público argentino supo apreciar su labor, fue en su país natal donde obtendría un gran reconocimiento por su obra. Junto a su hijo “Chicho” Serrador, haría el famoso y apreciado ciclo Historias para no Dormir, emitido por TVE entre 1965 y 1970, con títulos como El Muñeco, El Asfalto, El Tonel (una adaptación del cuento de Poe), La Zarpa (del cuento La Pata de Mono, de W. W. Jacobs) y El Televisor.
También en España realizó films de terror como La Saga de los Drácula (1972-León Klymovsky), Viaje al Más Allá (1982-Sebastián D´Arbo), Más Allá de la Muerte (1986-Sebastian D´Arbo) y El Retorno del Hombre Lobo (1981-Jacinto Molina) las que lamentablemente son casi desconocidas en nuestro país.
Salvo esporádicas visitas a la Argentina, en donde almorzó con la “Chiqui” Legrand (recordad amigos míos el episodio de la torta incendiada), don Narciso no volvería a actuar en nuestro país. Sus últimas apariciones fueron en 1976 con la película Los Muchachos de Antes no Usaban Arsénico (José A. Martinez Suarez) y en 1997 la telenovela conocida como Los Herederos del Poder, la cual fue emitida por el canal 9.
Tampoco podemos dejar de lado un gracioso spot televisivo protagonizado por nuestro Narciso sobre un extractor… ¡Que prometía eliminar de manera definitiva a los fantasmas del humo!
El querido maestro del horror falleció, debido a una afección cardíaca, el 15 de mayo del 2004 cuando tan solo había cumplido 91 años, dejándonos toda una herencia de films de culto y multitud de premios que galardonaron su rica existencia, entre ellos el Martin Fierro y el premio Konex.
Dueño de una voz con una particular e inquietante entonación, Narciso Ibáñez Menta –cuyo temor era el olvido de sus contemporáneos- supo manejar perfectamente los mecanismos del género del terror en base a buenos climas, ingeniosos efectos de maquillaje e impactantes golpes de efecto, que alimentaron la imaginación y los miedos de toda una generación de adictos al género, entre los que afortunadamente me cuento.
Aun recuerdo a ese asustado niño que fui. Aun me recuerdo envuelto en cobijas y estremecimientos del más puro terror, mientras miraba el terrible, supurante y deforme rostro de Elmer Van Hess. Un terrible rostro que escondía a un verdadero monstruo de la actuación. A Narciso Ibáñez Menta, el hombre que venció a la muerte.
… y quizá también al olvido.
¡Qué grande Narciso Ibáñez Menta! Sus actuaciones en la mítica serie 'Historias para no dormir' de Televisión Española aún permanecen entre mis terrores favoritos, incluso después de tanto tiempo.
ResponderEliminarSaludos.
hace unos meses en una noche de insomnio enganché por volver "obras maestras del terror" y la verdad que tiene una calidad importante, esta bien que era la época de oro del cine nacional pero como decís el manejo de cámara y de iluminación es realmente asombroso. Coincido en que hay otra mano que la de Enrique Carreras, es increible ver esta película y pensar en el mismo director de "mirame la palomita" de olmedo y porcel. Igual los separadores con la mucama (mercedes carreras el nepotismo propio del director) y los gags a medida que se va asustando realmente parecen de otro film.
ResponderEliminarSalute.
Hermosa semblanza de este personaje entrañable. Yo escribí la telenovela que fue su última aparición en la televisión argentina, y nunca voy a olvidar esos cuatro o cinco días que estuvo Narciso en Buenos Aires para grabar su participación (dos capítulos). Lo veía ahí, al lado mío, y no podía creerlo.
ResponderEliminarGracias por compartir! Nunca olvidare PACTO CON LOS BRUJOS emitido aqui en PARAGUAY.
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