Aunque no lo crean todavía hay mucha gente que aun cree que la censura es, como el dulce de leche y las huellas digitales, un invento argentino. Para su desilusión, les comento que están totalmente equivocados.
Prueba de ello es que la famosa tierra de las libertades individuales, conocida como los Estados Unidos de Norteamérica, también fue cuna para esa vil palabra que parece imperar sobre todo medio de expresión artística que se pueda nombrar. Por supuesto, los comics no estuvieron a salvo.
Queridos amigos blogeros, permítanme contarles a continuación un hermoso cuentito de terror sobre el ascenso y caída de una editorial gracias a los embates de ese monstruo conocido como censura.
La historia dio inicio allá por 1947, cuando Max C. Gaines, uno de los padres fundadores de la industria de los comic book, abandonó este mundo mortal dejando como herencia a su hijo William la no despreciable suma de un millón de dolarucos y un negocio en estado poco menos que desastroso.
El mismo era nada menos que una editorial de comics llamada Educational Comics, cuya temática puramente educativa se hallaba orientada hacia una “supuesta” juventud sana moral y físicamente.
Fue así como el joven William M. Gaines, por entonces estudiante de pedagogía, se vio de buenas a primeras como editor en jefe de un muerto lleno de deudas.
Tratando de encontrar una salida rentable a ese auténtico clavo, Gaines observó que la juventud de los años de la post-guerra había sufrido grandes cambios, habiendo perdido en cierta medida esa inocencia que poseyeran en décadas anteriores.
Por lo tanto, se encargó de dar un giro de 180 ° a la por entonces moralista y culta editorial, bombardeando esas tiernas cabecitas con una serie de títulos innovadores y atrevidos.
Con el fin de evitar el deposito de U$S 2.000.- exigido por el Servicio de Correos de EE.UU. como permiso de franqueo para cada nueva revista que saliera al mercado, Gaines decidió cambiar las temáticas pero no los títulos de las revistas que publicaba.
Para lograr ello, hizo trampa y continuó con las nuevas publicaciones a partir de las numeraciones anteriores. Por ejemplo: una revista llamada International Comics se metamorfoseó en International Crime Patrol, para luego de 6 números transformarse definitivamente en Crime Patrol.
Con todo este cambio tan bizarro, el pícaro de Gaines se encargó de gestar un nuevo mito de la historia comiquera: la linea de comics EC.
Los argumentos presentes en Crime Patrol poco a poco fueron desbocándose hasta tornarse grotescos y sangrientos. A su vez, los mismos contaban con un recurso narrativo verdaderamente novedoso: cada inicio y conclusión de las historias eran presentados por un extraño anfitrión conocido como Crypt Creeper o Guardián de la Cripta.
A partir del arribo de este personaje, llegarían los últimos cambios en el nombre de la revista, pasando a llamarse Crypt of Terror y luego Tales from the Crypt (Cuentos de la Cripta).
Si bien fue Gaines quien orquestó toda esta macabra movida, tampoco puede ser olvidada la meritoria labor de Albert Feldstein. El mismo se encargó nada menos que de dibujar y escribir las primeras historias que aparecieron en esos números.
Los argumentos generados durante los siguientes 5 años promovieron toda una innovación en el género, debido su calidad artística y a la polémica generada en el público consumidor de esos años.
En 1950 aparecieron 2 nuevos títulos de ciencia ficción y fantasía llamados Weir Science y Weir Fantasy, que posteriormente se fusionarían en la conocida Weir Science Fantasy.
Esta revista se caracterizó principalmente por las adaptaciones de los clásicos del género literario fantástico que estuvieron a cargo de prometedores artistas de la talla de Harvey Kurtzman, Wallace Wood, Jack Kamen, Joe Orlando y Al Williamson. También fueron tratados temas tan vigentes como la tecnología desmedida y sin humanidad, el daño a la ecología o el conflicto nuclear, tan de moda en esa época de guerra fría entre EE.UU y U.R.S.S..
Otra de los temas tratados por los comics de EC fue el género bélico, con las publicaciones Two-Fisted Tales (1949) y Frontline Combat (1951).
Los mismos estuvieron a cargo de Harvey Kurtzman y una pléyade de dibujantes como Johnny Craig, Wallace Wood, Jack Davis, John Severin, Bill Elder, George Evans, Alex Thot, Russ Heath, Joe Kubert, Gene Colan y Reed Crandall. Los guiones estuvieron a cargo de Gaines, Felstein y el propio Kurtzman.
Como es de suponer, todas estas historias poseían finales poco felices para los protagonistas de las mismas los cuales, cuando la suerte les sonreía, eran muertos en el último cuadrito de la misma.
Dentro de la linea de comics dedicados a crímenes (Suspens Stories y Shock Suspens Stories) también tuvieron como premisa historias caracterizadas por su extrema dureza plagadas de crueldad e injusticia.
Entre toda la pléyade de grandes artistas que colaboraron dentro de esta línea podemos nombrar a Johnny Craig, Wally Wood, Graham Ingels, Harvey Kurtzman, Jack Kamen, Jack Davis, Al Williamson, Al Feldstein y Joe Orlando, entre otros. Dentro del grupo de guionistas podemos nombrar a Gaines, Feldstein, Craig, Otto Binder y Jack Oleck.
¿Se imaginan como les quedaría la cabeza a los pibes que tenían la oportunidad de leer todo ese material?
Pero el verdadero y definitivo éxito de la EC fueron sin lugar a dudas sus comics de terror.
Sus páginas se dedicaron a presentarnos zombis putrefactos, siniestros vampiros, salvajes hombres lobo, asesinos enloquecidos, espectros vengativos, tripas rezumantes, sangre y todo tipo de horrores desquiciadamente horripilantes.
Tres fueron los títulos correspondientes a esta linea, los cuales eran presentados por sendos narradores de naturaleza macabra:-
Tales from the Crypt (1950-1955) con el querible Crypt Keeper. Entre los artistas que colaboraron podemos nombrar a:-
-Johnny Craig
-Wally Wood
-Jack Davis
-George Evans
-Jack Kamen
-Graham Ingels
-Harvey Kurtzman
-Al Williamson
-Joe Orlando
-Reed Crandall
-Bernard Kristein
-Will Elder
-Fred Peters
-Al Feldstein.
The Vault of Horror (1950-1955) que contaba con la presencia del Guardián de la Tumba o Vault Keeper (1950-1954) Aparte de Gaines y Feldstein, esta revista contó con la colaboración de:-
-Johnny Craig
-Wally Wood
-Harvey Kurtzman
-Graham Ingels
-Jules Feiffer
-Harry Harrison
-Jack Kamen
-Jack Davis
-Howard Larsen
-Joe Orlando
-Sid Check
-George Evans
-Bernard Krigstein.
-The Haunt of Fear con una bruja llamada The Old Witch. Aparte de los anteriormente nombrados, estuvieron:-
-George Roussos
-Edwin J. Smalle.
Otra característica presente en todas estas publicaciones era el respeto que se le daba a los autores y dibujantes que participaban, a través de su mención en los créditos, algo muy poco habitual por aquellos tiempos.
Lamentablemente, todo este éxito lo llevaría de manera paradójica a su decadencia en 1955, debido a la acción conjunta de dos grandes enemigos de los comics.
El primero de ellos fueron las madres, autenticas Némesis de todo comiquero que se precie de tal. Por el otro lado un psicólogo europeo llamado Frederic Wertham que escribió un infausto libro llamado La Seducción del Inocente.
En dicho libro, que se basaba en los estudios que había llevado a cabo en el Hospital de Bellevue de Nueva York, se encargó de machacar con insistencia que la culpa del carácter agresivo y rebelde de la juventud de la post-guerra se debía a los comics que eran publicados sin ningún tipo de traba moral.
Ni que decir que esa amalgama Madres americanas/psicólogo con titulo para respaldar afirmaciones resultó fatal para el mundo de los comics. Es muy probable que Wertham y su libro no hayan sido ni los verdaderos ni los únicos culpables de la censura en los comics, pero fueron un importante engranaje en la terrible maquinaria de la ignorancia.
La cosa llegó a tal extremo que llegó a formarse una comisión investigadora del senado en abril de 1954, dirigido por un tal Estes Kefauver, que por entonces lo único que le interesaba era el recoger votos para el ansiado puesto presidencial y veía en todo esto una oportunidad para obtenerlos. En dicha investigación, fueron llamados a declarar editores, dibujantes, expertos, médicos, distribuidores y vendedores, en una suerte de caza de brujas sin ton ni son.
A pesar de la denodada defensa de Gaines ante el comité y el hecho de no haberse podido probar nada de lo investigado por este último, los días de EC y otras publicaciones de similar factura estaban llegando rápidamente a su fin.
El hachazo definitivo y fatal no fue precisamente propinado por un sangriento asesino serial sino por un código de autocensura establecido por otras editoriales ajenas a EC -agrupadas en The Comics Magazine Association of América, que fuera creada por John Goldwater-, quienes veían con mucho temor la posible pérdida del vasto y rentable público infantil.
Este estúpido código sería conocido como Comic Code Authority, cuyas ideas conservadoras sumergieron a los comics en una edad oscura en donde las palabras horror, sexo, sangre y crimen fueron poco menos que erradicadas del diccionario. A pesar de todo el aluvión que se le vino encima, el pobre de Gaines intento sobrevivir sin sus títulos señeros... pero todo fue inútil.
Extrañamente, la Editorial EC se vio así envuelta en una extraña aventura sin final feliz, tal como eran contadas las historias en sus publicaciones, al ser víctima de las garras salvajes e invisibles de la ignorancia y el miedo... el monstruo de la censura.
Y aquí termina este terrible cuentito queridos lectores y les deseo unas muy buenas noches.
... y que sueñen con vampiritos y fantasmitas.
Prueba de ello es que la famosa tierra de las libertades individuales, conocida como los Estados Unidos de Norteamérica, también fue cuna para esa vil palabra que parece imperar sobre todo medio de expresión artística que se pueda nombrar. Por supuesto, los comics no estuvieron a salvo.
Queridos amigos blogeros, permítanme contarles a continuación un hermoso cuentito de terror sobre el ascenso y caída de una editorial gracias a los embates de ese monstruo conocido como censura.
William M. Gaines |
La historia dio inicio allá por 1947, cuando Max C. Gaines, uno de los padres fundadores de la industria de los comic book, abandonó este mundo mortal dejando como herencia a su hijo William la no despreciable suma de un millón de dolarucos y un negocio en estado poco menos que desastroso.
El mismo era nada menos que una editorial de comics llamada Educational Comics, cuya temática puramente educativa se hallaba orientada hacia una “supuesta” juventud sana moral y físicamente.
Fue así como el joven William M. Gaines, por entonces estudiante de pedagogía, se vio de buenas a primeras como editor en jefe de un muerto lleno de deudas.
Tratando de encontrar una salida rentable a ese auténtico clavo, Gaines observó que la juventud de los años de la post-guerra había sufrido grandes cambios, habiendo perdido en cierta medida esa inocencia que poseyeran en décadas anteriores.
Por lo tanto, se encargó de dar un giro de 180 ° a la por entonces moralista y culta editorial, bombardeando esas tiernas cabecitas con una serie de títulos innovadores y atrevidos.
Con el fin de evitar el deposito de U$S 2.000.- exigido por el Servicio de Correos de EE.UU. como permiso de franqueo para cada nueva revista que saliera al mercado, Gaines decidió cambiar las temáticas pero no los títulos de las revistas que publicaba.
Para lograr ello, hizo trampa y continuó con las nuevas publicaciones a partir de las numeraciones anteriores. Por ejemplo: una revista llamada International Comics se metamorfoseó en International Crime Patrol, para luego de 6 números transformarse definitivamente en Crime Patrol.
Con todo este cambio tan bizarro, el pícaro de Gaines se encargó de gestar un nuevo mito de la historia comiquera: la linea de comics EC.
Los argumentos presentes en Crime Patrol poco a poco fueron desbocándose hasta tornarse grotescos y sangrientos. A su vez, los mismos contaban con un recurso narrativo verdaderamente novedoso: cada inicio y conclusión de las historias eran presentados por un extraño anfitrión conocido como Crypt Creeper o Guardián de la Cripta.
A partir del arribo de este personaje, llegarían los últimos cambios en el nombre de la revista, pasando a llamarse Crypt of Terror y luego Tales from the Crypt (Cuentos de la Cripta).
Si bien fue Gaines quien orquestó toda esta macabra movida, tampoco puede ser olvidada la meritoria labor de Albert Feldstein. El mismo se encargó nada menos que de dibujar y escribir las primeras historias que aparecieron en esos números.
Los argumentos generados durante los siguientes 5 años promovieron toda una innovación en el género, debido su calidad artística y a la polémica generada en el público consumidor de esos años.
En 1950 aparecieron 2 nuevos títulos de ciencia ficción y fantasía llamados Weir Science y Weir Fantasy, que posteriormente se fusionarían en la conocida Weir Science Fantasy.
Esta revista se caracterizó principalmente por las adaptaciones de los clásicos del género literario fantástico que estuvieron a cargo de prometedores artistas de la talla de Harvey Kurtzman, Wallace Wood, Jack Kamen, Joe Orlando y Al Williamson. También fueron tratados temas tan vigentes como la tecnología desmedida y sin humanidad, el daño a la ecología o el conflicto nuclear, tan de moda en esa época de guerra fría entre EE.UU y U.R.S.S..
Otra de los temas tratados por los comics de EC fue el género bélico, con las publicaciones Two-Fisted Tales (1949) y Frontline Combat (1951).
Los mismos estuvieron a cargo de Harvey Kurtzman y una pléyade de dibujantes como Johnny Craig, Wallace Wood, Jack Davis, John Severin, Bill Elder, George Evans, Alex Thot, Russ Heath, Joe Kubert, Gene Colan y Reed Crandall. Los guiones estuvieron a cargo de Gaines, Felstein y el propio Kurtzman.
Como es de suponer, todas estas historias poseían finales poco felices para los protagonistas de las mismas los cuales, cuando la suerte les sonreía, eran muertos en el último cuadrito de la misma.
Dentro de la linea de comics dedicados a crímenes (Suspens Stories y Shock Suspens Stories) también tuvieron como premisa historias caracterizadas por su extrema dureza plagadas de crueldad e injusticia.
Entre toda la pléyade de grandes artistas que colaboraron dentro de esta línea podemos nombrar a Johnny Craig, Wally Wood, Graham Ingels, Harvey Kurtzman, Jack Kamen, Jack Davis, Al Williamson, Al Feldstein y Joe Orlando, entre otros. Dentro del grupo de guionistas podemos nombrar a Gaines, Feldstein, Craig, Otto Binder y Jack Oleck.
¿Se imaginan como les quedaría la cabeza a los pibes que tenían la oportunidad de leer todo ese material?
Pero el verdadero y definitivo éxito de la EC fueron sin lugar a dudas sus comics de terror.
Sus páginas se dedicaron a presentarnos zombis putrefactos, siniestros vampiros, salvajes hombres lobo, asesinos enloquecidos, espectros vengativos, tripas rezumantes, sangre y todo tipo de horrores desquiciadamente horripilantes.
Tres fueron los títulos correspondientes a esta linea, los cuales eran presentados por sendos narradores de naturaleza macabra:-
Tales from the Crypt (1950-1955) con el querible Crypt Keeper. Entre los artistas que colaboraron podemos nombrar a:-
-Johnny Craig
-Wally Wood
-Jack Davis
-George Evans
-Jack Kamen
-Graham Ingels
-Harvey Kurtzman
-Al Williamson
-Joe Orlando
-Reed Crandall
-Bernard Kristein
-Will Elder
-Fred Peters
-Al Feldstein.
The Vault of Horror (1950-1955) que contaba con la presencia del Guardián de la Tumba o Vault Keeper (1950-1954) Aparte de Gaines y Feldstein, esta revista contó con la colaboración de:-
-Johnny Craig
-Wally Wood
-Harvey Kurtzman
-Graham Ingels
-Jules Feiffer
-Harry Harrison
-Jack Kamen
-Jack Davis
-Howard Larsen
-Joe Orlando
-Sid Check
-George Evans
-Bernard Krigstein.
-The Haunt of Fear con una bruja llamada The Old Witch. Aparte de los anteriormente nombrados, estuvieron:-
-George Roussos
-Edwin J. Smalle.
Otra característica presente en todas estas publicaciones era el respeto que se le daba a los autores y dibujantes que participaban, a través de su mención en los créditos, algo muy poco habitual por aquellos tiempos.
Lamentablemente, todo este éxito lo llevaría de manera paradójica a su decadencia en 1955, debido a la acción conjunta de dos grandes enemigos de los comics.
El primero de ellos fueron las madres, autenticas Némesis de todo comiquero que se precie de tal. Por el otro lado un psicólogo europeo llamado Frederic Wertham que escribió un infausto libro llamado La Seducción del Inocente.
En dicho libro, que se basaba en los estudios que había llevado a cabo en el Hospital de Bellevue de Nueva York, se encargó de machacar con insistencia que la culpa del carácter agresivo y rebelde de la juventud de la post-guerra se debía a los comics que eran publicados sin ningún tipo de traba moral.
Ni que decir que esa amalgama Madres americanas/psicólogo con titulo para respaldar afirmaciones resultó fatal para el mundo de los comics. Es muy probable que Wertham y su libro no hayan sido ni los verdaderos ni los únicos culpables de la censura en los comics, pero fueron un importante engranaje en la terrible maquinaria de la ignorancia.
La cosa llegó a tal extremo que llegó a formarse una comisión investigadora del senado en abril de 1954, dirigido por un tal Estes Kefauver, que por entonces lo único que le interesaba era el recoger votos para el ansiado puesto presidencial y veía en todo esto una oportunidad para obtenerlos. En dicha investigación, fueron llamados a declarar editores, dibujantes, expertos, médicos, distribuidores y vendedores, en una suerte de caza de brujas sin ton ni son.
A pesar de la denodada defensa de Gaines ante el comité y el hecho de no haberse podido probar nada de lo investigado por este último, los días de EC y otras publicaciones de similar factura estaban llegando rápidamente a su fin.
El hachazo definitivo y fatal no fue precisamente propinado por un sangriento asesino serial sino por un código de autocensura establecido por otras editoriales ajenas a EC -agrupadas en The Comics Magazine Association of América, que fuera creada por John Goldwater-, quienes veían con mucho temor la posible pérdida del vasto y rentable público infantil.
Este estúpido código sería conocido como Comic Code Authority, cuyas ideas conservadoras sumergieron a los comics en una edad oscura en donde las palabras horror, sexo, sangre y crimen fueron poco menos que erradicadas del diccionario. A pesar de todo el aluvión que se le vino encima, el pobre de Gaines intento sobrevivir sin sus títulos señeros... pero todo fue inútil.
Extrañamente, la Editorial EC se vio así envuelta en una extraña aventura sin final feliz, tal como eran contadas las historias en sus publicaciones, al ser víctima de las garras salvajes e invisibles de la ignorancia y el miedo... el monstruo de la censura.
Y aquí termina este terrible cuentito queridos lectores y les deseo unas muy buenas noches.
... y que sueñen con vampiritos y fantasmitas.
Buenisimo informe para todos los que creen que mostrar una teta en un comic en algo aberrante mientras sintonizan Tinelly a la noche y lo disfrutan con toda la flia.
ResponderEliminarUnos genios todos los ilustradores que aqui aparecen gracias Terra por la leccion de historia.
una verdadera pena la tierra de las libertades la llamaban (mis cojones)
ResponderEliminarmuy buen aporte yo siempre he sido muy fan de los tales from the cript y la verdad es que esto no lo sabia gracias saludos!!!!!
Ni Batman se salvó de estos...
ResponderEliminarPlenamente de acuerdo con sus comentarios .....
ResponderEliminarMuy buen cuento, solo que lamentablemente no lo es tal. La censura siempre ha estado fomentada por la ignorancia y el miedo, de modo que las consecuencias de aplicarla no pueden ser coherentes. Gracias por la "lección de historia" Terraman, y un saludo grande a todos aquellos que se dejan seducir por los comic´s, como yo.
ResponderEliminarmuy buen articulo,aunque podia haber sido algo mas extenso;para todo aquel que quiera saber mas de estos comics,le recomendaria se consiguiese la totalidad de los tomos publicados poa planeta de agostini hace algunos años donde ademas de la totalidad de historietas publicadas por la E.C.,ENCONTRARA DESDE ARTICULOS SOBRE EL TEMA A BIOGRAFIAS DE LOS AUTORES,UN SALUDO DESDE ESPAÑA,COMPAÑEROS.
ResponderEliminarQuerido amigo: había pensado escribir un texto de 65.522.087 caracteres al respecto pero me iba a quedar algo chico el blog. La idea de este artículo es dar a conocer algunos pormenores sobre diferentes temáticas como el comic y el cine (...y otras demencias). Tal como decis, hay gente más inteligente que yo que ha escrito mucho sobre estos temas. Aun así agradezco que te hayas tomado 10 segundos de tu vida para leer lo que este humilde escriba se ha atrevido a poner aquí. Un gran abrazo.
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ResponderEliminarBueno, Terraman, eran los tiempos felices del macarthismo cuando todos los gringos se afanaban en demostrar lo patriota que se sentían denunciando a
los amigos que ocultaban en sus bibliotecas libelos terroristas como "Las Aventuras de Tom Sawyer" (no es broma), reportando los elefantes rosas que encontraban debajo de la cama y condenando todo lo que tuviese contenido sicalíptico...
Lo cierto es que - y en contra de lo que algunos suponen -, el underground no dejó de proveer lo que el negocio legal no daba: Por ejemplo, ¿habéis visto la película "Teaserama"? Es en color, producida en 1955 y la podéis descargar gratis en Internet Archive. Su contenido es más que "sicalíptico" y presumo que debió provocar un infarto doble en mi tatarabuelo porque nunca supe de él, pero en estos tiempos da risa ver la exhibición de lingerie y semidesnudos que media docena de gorditas se esmeran en darnos en medio de chistes de dudosa gracia y bailes "exóticos" que ahora dan pena si los comparamos con los de Beyoncé.
"Teaserama" era triple equis en 1955... La copia de Internet Archive es excelente, así que empezad a deducir cómo llegó a nuestros días.
No termino sin anotar que me gustó mucho vuetro reporte acerca de una editorial que hoy se la ve como un mito. ¡Saludos!
"...como el dulce de leche y las huellas digitales (la picana electrica jeje), un invento argentino."
ResponderEliminarpero que pedazo de informe, nota (lo que sea) don terra!!! je
vi algunos nombres, dibujantes, y la verdad masters totales...pero vi el nombre h. kurtzman,y relacione toda el informe que te mandaste, con el creador de MAD, y hablar de censura, es todo muy hilarante jeje XD
genial terra! geniale!
me vino a la cucusa una historia de r. zemeckis en amazing stories donde esta crypt creeper en carne y hueso!! je xD, y porsupuesto, la serie animada de cuentos de l.c.
pero repito: muy bueno esto che.
saludos!
Amigo Dragón Drogon (que nombre mas estimulante) gracias por los comentario y si, el Kurtzman que vos comentas es el de la genial revista Mad, la cual supo sobrevivir al infausto mccarthismo.
EliminarExtrañamente, cuando la misma fue publicada en Argentina por editorial Magendra (de la que afortunadamente tengo varios números), la misma fue censurada por el gobierno militar cuando se atrevió a hacer un chiste sobre la iglesia. Lo que no pudieron los EEUU lo logramos nosotros (que cosa no?)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarFabulosp articulo
ResponderEliminaralguien sabe donde puedo conseguir estos comics de la editorial EC en español?... se que hay algunos re editados de planeta d'agostini
ResponderEliminarRealmente no tengo idea ya que jamas lo vi en las comiquerias. Si vivis en Capital Federal te recomendaria visitar Elektra comics (Defensa al 200) que tiene gran variedad de material.
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