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sábado, 1 de septiembre de 2012

EL DÍA QUE PARALIZARON LA TIERRA (1951)

DENLE UNA OPORTUNIDAD A LA PAZ
FICHA TÉCNICA
El Día que Paralizaron la Tierra/Ultimatum a la Tierra (The Day the Earth Stood Still –Twentieth Century Fox Film Corporation-1951-)

Dirección: Robert Wise

Producción: Julian Blaustein

Guión: Edmund H. North (basado en el cuento Farewell to the Master de Harry Bates)

Música: Bernard Herrmann

Dirección de arte: Addison Hehr y Lyle Wheeler

Decoración del set: Claude Carpenter y Thomas Little

Efectos especiales: Melbourne Arnold, Fred Sersen, LB Abbott, Lyman Hallowell, Ray Kellogg y Emil Kosa.

Protagonistas: Michael Rennie (Klaatu), Patricia Neal (Helen Benson), Hugh Marlowe (Tom Stevens), Sam Jaffe (Profesor Jacob Barnhardt), Billy Gray (Bobby Benson), Francis Bavier (Miss Barley), Lock Martin (Gort), Patrick Aherne, Holly Bane, Oscar Blanke, Marshall Bradford, John Brown y John Burton.

Duración: 92 min.

“Klaatu Barada Nikto”

Es muy probable que a todos ustedes, queridos amigos del blog, les resulte más que conocida esta extraña expresión, pues la misma se ha transformado en una de las frases más célebres de la historia de la cinematografía de ciencia ficción, junto a otras tan famosas como “Luke, yo soy tu padre” de Star Wars V: El Imperio Contraataca (Star Wars Ep. 5: The Empire Strike Back-1980) o “¡Volveré!” de la inolvidable Terminator (1984).
En 1940, la revista Astounding publicó el cuento “Farewell to the Master”, escrito por Harry Bates, en la cual un extraterrestre que había llegado a la Tierra en misión de paz era asesinado. Tomando el concepto de este relato corto, Edmund H. North escribió un guión que se transformaría en un poderoso alegato antibélico que lo alejaría sustancialmente de las producciones de clase B tan características de esos tiempos tan particulares.

Un platillo volador aterriza en plena ciudad de Washington, a la vista de todo el mundo. Del mismo emerge un extraño visitante de las estrellas, acompañado por un inmenso y poderoso robot de características humanoides.

¿Se trata acaso de una artera invasión extraterrestre?

Todo lo contrario… el inesperado visitante es Klaatu (Michael Rennie) el cual ha sido enviado a nuestro planeta para exhortar a todas las naciones del mundo a que cesen sus actividades bélicas y se avengan a convivir en pacífica coexistencia, so pena de destruir totalmente el planeta si así no sucediera.

A fin de poner en hechos dichas palabras, hará que todo tipo de energía (eléctrica, motriz y atómica) se vea totalmente paralizada.
Por cierto que nos encontramos ante una película totalmente atípica para los tiempos que corrían. En los albores de la era atómica y envueltos en el contexto de la guerra fría entre la Unión Soviética y EE.UU., la maquinaria hollywoodense se había impuesto la rentable tarea de alertar a los buenos ciudadanos sobre los peligros inherentes a una posible infiltración comunista en suelo norteamericano.
Todo esto llevó a que salieran al ruedo un montón de películas de corte paranoico, en donde esos temores eran presentados bajo la forma de oscuros personajes cuyo único objetivo era sojuzgar las mentes y las almas de aquellos que disfrutaban las mieles de la democracia.

La ciencia ficción se transformó  en una excelente metáfora para todos esos miedos, produciendo una gran cantidad de films en donde la amenaza roja se hallaba representada por monstruosas e inhumanas criaturas extraterrestres, dueñas de una avanzada tecnología… pero carentes de sentimientos tan humanos como la compasión o el amor.
A diferencia de todas estas producciones, El Día que Paralizaron la Tierra no nos presenta a un monstruo sino a alguien que es como nosotros. Klaatu es un ser humano sensible, representante de una comunidad galáctica sumamente avanzada, que viene a alertarnos sobre nuestra insensatez de creernos entidades superiores, un pequeño detalle que únicamente puede conducirnos a la total autodestrucción.

Sin duda alguna, un novedoso discurso pacifista para una época en donde esa tan mentada paz pendía de un hilo muy, pero muy delgado.

A todo eso, también debemos sumarle las connotaciones religiosas presentes a lo largo de todo el film, como lo fue el nombre adoptado por el extraterrestre para mezclarse con la población (Carpenter= Carpintero) y su muerte, con la posterior resurrección, que lo acerca de manera más que evidente a la pasión de Jesucristo… un tema sumamente controvertido para la inclemente censura impuesta por el Código Hays.

A pesar de todas esas contras, la película fue un gran éxito de taquilla, llegando a recaudar el doble de lo que había sido invertido en su producción.
Robert Wise

La dirección estuvo a cargo de uno de los grandes directores de Hollywood: Robert Wise (1914-2005), entre cuyos logros podemos nombrar La Maldición de la Pantera (The Curse of the Cat People -1944-), El Profanador de Tumbas (The Body Snatcher -1945-), Las Ratas del Desierto (The Desert Rats (1953), Amor sin Barreras (West Side Story -1961-), La Mansión Embrujada (The Haunting -1963-), La Amenaza de Andrómeda (The Andromeda Strain -1971-), Hindenburg (The Hindenburg -1975-) y Viaje a las Estrellas La Película (Star Trek: The Motion Picture -1979-).

Aparte de la soberbia actuación de Michael Rennie en el papel de Klaatu, el reparto actoral estuvo conformado por Patricia Neal (como Helen Benson, la única que comprende cabalmente las motivaciones del extraterrestre), Hugh Marlowe (es Tom Stevens que, cual Judas, entrega a Klaatu a las autoridades) y Billy Gray (el niñito de turno presente en cualquier película de corte fantástico que se precie de serlo).

Michael Rennie y Patricia Neal
Bernard Herrmann realizó la banda sonora, el cual usó una serie de instrumentos atípicos como el Theremin (un tipo de instrumento electrónico manejado por el Dr. Samuel Hoffman y Paul Shure), órganos Hammond, vibráfonos, timbales, arpas, instrumentos de viento y cuerda, que fueron mezclados con técnicas de sobregrabación e inversión de la cinta.

La filmación en exteriores fue llevada a cabo en los estudios de la 20th Century Fox, situados en California, y otras se realizaron en Washington, aunque es de destacar que ninguno de los protagonistas viajó allí para la realización de la película.

Los efectos especiales corrieron por cuenta de Thomas Little y Claude Carpenter que, junto al arquitecto Frank Lloyd Wright, diseñaron la nave extraterrestre y los sets correspondientes al interior de la misma.

Mención aparte la merece el robot Gort, que fue interpretado por un acomodador del Teatro Chino Graumann llamado Lock Martin que medía 2.31 metros de altura. Para personificar al androide, debió vestirse con un pesado y sofocante traje de goma, que estaba pintado de tal manera que simulaba una aleación metálica. Para evitar el agotamiento, el periodo de filmación de los segmentos en que Martin aparecía no era mayor a media hora.

Su imponente y silenciosa presencia nos hace dar cuenta de manera inmediata que no se trata precisamente de un simpático robotito, dispuesto a obedecer ciegamente cada uno de nuestros caprichos. Por el contrario, Gort es un poderoso representante de la fuerzas policial de una comunidad galáctica que no se haya dispuesta a permitir que el hombre lleve su salvajismo a las estrellas.

No cabe duda alguna que, al intentar que la película fuera lo más realista posible, Robert Wise se encargó de construir un vigoroso relato antibélico al que nadie pasó desapercibido. El tiempo se encargó de transformarlo en todo un clásico del cine de ciencia ficción.

En el año 1952, tuvo el mérito de recibir un Golden Globe honorífico por promover el entendimiento internacional. En 1995 fue seleccionada para su preservación en el National Film Registry, que la consideró como un patrimonio cultural, histórico y estéticamente significativo. También, en 2001, recibió el reconocimiento del American Film Institute.

Una película infaltable para todo aquel que se considera un fan de la ciencia ficción y del cine.
...y no, no esperen en lo absoluto que hable sobre la “remake” (¿No les tiene podrido esa palabreja?) de 2008, protagonizada por Keanu "Neo" Reeves y la bellísima Jennifer Connelly.


GALERÍA DE IMÁGENES
Las imágenes presentes son capturas de pantalla realizadas por mí, a partir de la edición en DVD de esta película. Espero que las disfruten

4 comentarios:

  1. Muy bueno Daniel, tengo que ver esta peli.
    copio y pego la critica para el sabado que viene ya que el dia q paralizaron la tierra sale en cosas de bichos!
    vivan los clasicos!!

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  2. Excelente articulo amigo, tengo esta pelicula y te digo que no tiene desperdicio como ya lo habras visto.

    Salu2

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  3. Un cordial saludo ante todo. He leido dos de sus articulos (la muerte no les sienta bien y este), los cuales me parecieron muy interesantes. Sobre la película que analiza en este artículo, puedo decir que es de mis claustrofóbicas favoritas. El mensaje contra la inminente amenaza comunista es mas que evidente (tambien reflejado en mi otra favorita: la invasion de los ladrones de cuerpos, en sus tres versiones). La derivación propagandistica protagonizada por el señor Reeves es menos trabajada en cuanto a guión. El impacto social y psicologico queda de lado en un afan por navegar subtramas engorrosas que nada dejaron. Igual resultado vemos en la versión "Spielberiana" de "la guerra de los mundos", todo un desastre argumental amparado por el frenesí de efectos visuales... Me gustaría usar algunos de sus artículos en mi blog de cine, sin dejar de darle crédito, por su puesto. Espero contar con su aprobación...www.zonadeguitian@gmail.com

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  4. hoy vi en la tele la remake del : dia que paralizaron la tierra y descubri este fantástico blog...yo vi la original cuando tenía 11 años ( hace 63 años ) y me marcó para siempre...es la primera vez que opino en un blog, lo que pasa que todos los temas me resultan fascinantes...tengo algún ejemplar de Hora cero, las revistas bimensuales Planeta ...bueno, gracias por compartir y la calidad del material, que recién estoy descubriendo...

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