¿LOS MUERTOS VIVOS O LOS VIVOS MUERTOS?
Desde las tierras haitianas nos llega la historia de los
únicos y auténticos zombis que habitan sobre el planeta.
Gracias al reciente estreno en cines de la quinta entrega
de la saga de Resident Evil y a la llegada a las pantallas de televisión de la tercera
temporada de la magnífica serie “The Walking Dead”, nuestros muy queridos
muertos vivientes han vuelto al ruedo dispuestos a cebarse de nuestras
existencias.
Muchos de ustedes conocen de sobra las diferentes
historias que se han tejido alrededor de los mismos, pero… ¿Qué sabemos de los
auténticos zombies, esas oscuras criaturas que se mueven en este mundo real, al
amparo de viejos ritos de magia negra? ¿Cuál es nuestro autorizado conocimiento
sobre la vida más allá de la muerte?
La idea de una vida después de la muerte, ya sea de
manera física o espiritual, siempre ha fascinado a buena parte de la humanidad.
No cabe dudas que todo eso se ha debido mayormente al paupérrimo conocimiento
que tenemos los seres mortales sobre esa etapa de nuestra existencia en el
universo.
Toda esta oscura y temida obsesión se encargó de dar
origen a una serie de mitos y medias verdades en las que estuvieron implicados
los ritos funerarios, las momias, los dioses de la muerte de los diversos
panteones religiosos, los fantasmas y las milagrosas resurrecciones.
En la Biblia misma se cuenta que Jesucristo hizo revivir
a un tal Lázaro, a pesar de que este llevaba algunos días de haber fallecido.
Incluso, el mismísimo salvador volvió a caminar entre los vivos, tres días
después de que fuera muerto en la cruz.
¿Es acaso posible que, mediante algún artificio actualmente
desconocido, se pueda volver a la vida a aquellas personas que han sido tocadas
por el gélido aliento de la parca?
Hay numerosas creencias que así lo afirman. Creencias tan
antiguas que podrían incluso remontarse al periodo neolítico, mucho antes de la
existencia de las actuales ideas religiosas que imperan en nuestro presente.
A esta altura del artículo ustedes estarán pensando que
todo esto que les estoy contando son solo supersticiones que han sido gestadas
a la luz de la ignorancia y el desconocimiento de las leyes naturales y que
muchos de esos casos sobre supuestas resurrecciones se trataban únicamente de
fenómenos médicos perfectamente explicables por nuestra ciencia actual.
Los muertos vivientes no existen para el mundo moderno…
¿o si?
En la región del mundo conocida como el Caribe se
encuentra la República de Haití, un país ubicado en la parte occidental de la
isla La Española y que limita hacia el este con la República Dominicana. En
esta suerte de paraíso tropical, caracterizado por su extrema pobreza, las
antiguas creencias chocan fuertemente con nuestro tecnificado siglo XXI.
Es así como esas tierras, llenas de supersticiones, se
transformaron en la cuna del Vudú y de sus criaturas más representativas… los
zombis o muertos vivientes.
Para entender mejor todo esto, deberemos echar una rápida
ojeada en la historia de ese país tan particular.
El Vudú es una religión que tuvo origen en las creencias
de los pueblos esclavos que eran traídos a América desde el África Occidental.
Las mismas eran una variación de las ideologías animistas, matizadas con
fuertes componentes mágicos, las cuales se fusionaron con el cristianismo, el
ocultismo y algunas religiones propias de América, como lo fue la de los
Tainos.
De toda esta auténtica mezcolanza nacería el Vudú
haitiano y un gran número de derivativos como la Santería y el Umbanda. En la
actualidad, esta manifestación religiosa se halla ampliamente extendida por
todo el Caribe, parte de Latinoamérica y Centroamérica, llegando incluso a
echar raíces en el sur de los EE.UU,, especialmente en la zona de Nueva
Orleans.
El Vudú ha desempeñado un importante papel en el pasado
del pueblo haitiano. En 1791, un par de años después de producida la Revolución
Francesa, La Española era una importante isla caribeña que se hallaba bajo el
férreo control de los franceses, quienes tenían bajo su yugo a medio millón de
esclavos negros y 30.000 mulatos, los cuales trabajaban en las plantaciones de
algodón, azúcar y café.
A instancias de de un rito secreto realizado por un brujo
llamado Boukman, que había llegado de la colonia británica de Jamaica, se
produjo una cruenta rebelión que culminaría en 1804 con la expulsión definitiva
de los franceses y la instauración de un Haití soberano.
Françcois Duvalier |
El Vudú se transformó en una parte importante de su
desarrollo como país, llegando incluso a estar firmemente ligado al poder
político que les fue tocando en suerte. El caso más notorio sucedió durante la
presidencia de François Duvalier (1907-1971), mayormente conocido con el nombre
de Papá Doc, el cual utilizó al Vudú como una herramienta (junto a la policía
secreta, conocida como Tontons Macoute, y el dinero proveniente de los EE.UU.)
que lo ayudó a perpetuarse en el poder.
Al Vudú se le atribuye, entre sus aspectos más
siniestros, una serie de ritos secretos en los que están implicados la
provocación de la muerte a voluntad (el método más conocido es el uso de un
muñeco con alguna prenda de la víctima) y la capacidad para la creación de
zombis, un hecho sobrenatural que aun hoy desafía a cualquier explicación
científica racional.
El zombi o muerto viviente es una figura mítica en la
imaginería popular a lo largo de todo el mundo. Se trata de una persona muerta
que, mediante ritos especiales realizados por un Bokor o hechicero, ha sido
revivida y sometida a la voluntad de quien lo ha convocado con el fin de
transformarlo en una suerte de esclavo que obedece ciegamente cada una de sus
órdenes.
Estos muertos en vida poseen ciertas características en
su comportamiento que permiten identificarlos con facilidad, a saber:-
-Caminan con un andar bamboleante e inseguro.
-Realizan acciones de manera mecánica.
-Su mirada es fría y desenfocada.
-Cuando pueden hacerlo, hablan con voz nasal. Ello se
debe a la costumbre de tapar las fosas nasales de los muertos con algodón. Esta
característica también se halla asociada a los Guédé, los siniestros dioses de
la muerte del panteón Vudú, cuya principal característica es hablar de esa
manera.
Debido a estas macabras prácticas, que se consideran
prohibidas en la actualidad según el artículo 246 del código penal haitiano, los
supersticiosos campesinos toman una serie de recaudos con el fin de evitar que
los brujos terminen transformando en zombis a sus seres queridos que han
fallecido.
Entre las mismas podemos citar la colocación de pesadas
lozas sobre la tumba, el permanecer cerca de las mismas hasta que el cuerpo
haya sido totalmente corrompido, inyectarles veneno e infligir daños
irreparables o hacer probar al muerto vivo carne o sal para que este tome consciencia
de su condición y regrese a su sepulcro.
Zora Neale Hurston |
La folklorista Zora Neale Hurston describió en 1937 el
caso de Felicia Felix-Mentor, una mujer fallecida y enterrada en 1907, la cual
fue vista 30 años más tarde convertida en zombi.
Según propias palabras de esta
estudiosa, que tuvo la oportunidad de estar con ella: “La visión era horrible.
Aquella cara vacía con ojos de muerto. Los párpados blancos rodeando los ojos,
como si los hubieran quemado con ácido. No se le podía decir nada ni oír una
palabra de sus labios, sino solo mirarla, y la visión de aquel desecho era
demasiado para poder soportarlo durante mucho tiempo.”
Otro caso famoso fue el de Clairvius Narcisse, muerto en
1962 y que casi 20 años después volvió a ser visto vivo por su familia,
enterándose los mismos que había sido utilizado como esclavo zombi en una
plantación de azúcar.
Felicia Felix-Mentor |
En 1982, el etnobotánico canadiense Wade Davis estudió
profundamente el fenómeno zombi y escribió dos libros sobre el tema: The
Serpent and the Rainbow (1985) y Pasaje of Darkness: The Ethnobiology of the
Haitian Zombi (1988).
Según sus conclusiones, los brujos vudú usaban dos
sustancias en forma de polvo para realizar el proceso de zombificación. La
primera de ellas, llamada Coup de Poudre, tendría como ingrediente principal
una droga conocida como Tetrodotoxina o TTX. Dicha sustancia, que se encuentra
en el Pez Globo (Diodon hystrix), es 160.000 veces más potente que la cocaína y
500 veces más fuerte que el cianuro. A pesar de su tremenda toxicidad, si es
administrada en muy bajas dosis la misma tendría la propiedad de inducir un
estado de muerte aparente. La segunda sustancia estaría compuesta de una droga
psicoactiva, cuyas características son las de privar de su voluntad a la
víctima del rito.
Esta muy sesuda explicación científica para un fenómeno
que resulta sumamente extraño.
A pesar de la creencia imperante en muchas partes del
mundo sobre la existencia de los zombis, hasta el momento no existen pruebas
objetivas o estudios científicos concluyentes que avalen la realidad de tales
experiencias, atribuyéndose los casos mencionados a personas que padecían
severas enfermedades mentales…
… Y ustedes, ¿Qué creen?
Desde Amsterdam puedo decirte que los zombies no existen -por el momento- pero como se dice de las brujas que los hay seguramente es cierto, sino basta con fijarse en algunas personas que transitan diariamente las calles de cualquier parte del mundo para ver que se desenvuelven como zombies, solo les falta comer cerebros!!!
ResponderEliminar